Augurios y coincidencias: Similitudes entre crisis diversas

kohoutekv
Kohoutek Velasco

Cuando las autoridades supuestamente calificadas suelen abordar el tema de las crisis económicas, suelen hacerlo cuando ya estamos contando los daños o rescatando a los incautos, muy pocas veces – por no decir que ninguna.- se suele escuchar a quienes, inteligente y anticipadamente, dan prevención, en el entendido de que al ser fenómenos ya vistos con anterioridad se sabe que algo malo, muy malo, puede salir como resultado.
Entrar en detalles específicos puede llevarnos muchas letras y tiempos, así que trataré de enunciar solamente las generalidades compartidas entre unas y otras crisis, que pese a ser de sectores, momentos históricos y contextos completamente distintos, guardan siempre ciertas características en común; una especie de fórmula, casi infalible, para que todo salga mal y de la cual, por increíble que parezca, seguimos repitiendo en la espera de un resultado distinto.
1 – Aumento artificial de valor
Nuestro primer ingrediente es, tal vez, el más complicado de concretar, encontrar y entender. Es hasta cierto punto complicado el poder observar cuales valores de los muchos que abundan en el mercado están al alza – Valen más – por condiciones e influencias externas a su desarrollo y crecimiento habitual – el nacido de la oferta y la demanda sin “alteraciones” – es decir, algo externo les está revalorizando con mucho mayor proyección y prisa de la esperada o prevista.
El problema es que este “externo” puede ser desde la manipulación intencional del mercado con el fin de obtener un resultado especulativo hasta el más inocente de los caprichos humanos.
No es lo mismo, por ejemplo, elevar el precio del petróleo en una junta de países productores que elevar el precio de los Tulipanes porque a alguien se le ocurrió usarlo casi como metal precioso y los demás le siguieron en su capricho aun cuando los efectos sean terriblemente similares.
Así, podemos ver que el aumento indiscriminado proviene, en primera instancia, de causas sumamente diversas y muchas veces imposibles de rastrear pues, a fin de cuentas…
¿Quién se iba a imaginar que el aumento de los bienes raíces era producto del crédito hipotecario indiscriminado? ¿O que el aumento en el precio del petróleo aumenta porque se tiene estándares de cuanto crudo manejar en un día? ¿O que el aumento en el precio de los tulipanes – En los países bajos, durante su apogeo. – se debía al gusto caprichoso de quienes veían en una Flor un bien incuantificable? (Retomando algunos ejemplos anteriormente citados, claro está.)
Nadie, naturalmente, nadie…
2 – Mano estatal.
Este es el punto peligroso, donde todos los focos rojos deben prenderse: Cuando el gobierno/banco central emite un “rescate” o una medida que tenga por fin el “estimular/revitalizar” el mercado, puedes estar completamente seguro de que nada bueno está sucediendo
Y es que el problema en mantener “vivo” un mercado que, en apariencia, se ve sano y lucrativo, es la distorsión en  sus valores y en la información que pudiera aprovecharse, tanto para inversores como para emisores, haciendo que una burbuja mediana o controlable, se vuelve un mounstro capaz de trastocar esferas que, en principio, ni siquiera estaban cercanas al rubro principal.
Para tener una idea clara, ejemplifiquemos: Supongamos que tienes un mercado aparentemente sano, con muchos participantes y con enormes cantidades de dinero en movimiento, digamos que tienes, por darle un nombre cualquiera, el mercado de valores de los años 20. Ahora imaginemos que algo sale mal, que las acciones empiezan a caer y, naturalmente, ya no todos invierten con la misma fuerza; ahora todo es cautela, como debería de ser si las cosas empiezan a ir mal, bueno, ahora imagina que subsanas todos esos problemas con inyecciones, rescates y cuanto artilugio financiero tengas a la mano para extender, nuevamente, una invitación a mantenerse en este mercado… ¿Ya viste el error, cierto? Pues parece que quienes manejaron el crack del 29 jamás lo entendieron, ni muchas autoridades económicas de hoy día.
No puedes corregir los errores del mercado, porque los errores del mercado son la suma de voluntades humanas interactuando y naturalmente, estas no son perfectas, son emocionales, cambiantes y muchas veces, pese a toda herramienta o estadística, impredecibles.
3 – Shock.
La parte dolorosa; cuando todo mundo se da cuenta que lejos de brindar una solución se distorsionó la información disponible y las personas, viendo salud donde solo había enfermedad, se contagiaron. Aquí vendrán nuevas leyes, tal vez, nuevos incentivos y muchos políticos argumentando que jamás lo vieron venir cuando, muy posiblemente, tengan en su gaveta una propuesta que creará una nueva crisis, como si tomaran este artículo cual manual para hacerlo todo mal.
Cierro entonces con la pregunta que suelo hacer siempre en estos temas… ¿Cuándo aprenderemos?
“Kohoutek Velasco, miembro fundador de México Libertario. Ni de izquierda ni de derecha; Simplemente lógico. Activista y escritor liberal.”
Blog: http://elojodelumieres.weebly.com/
Kohoutek@live.com.mx

facebook.com/kohoutek.v
twitter.com/KohoutekV
facebook.com/MexicoLibertarioML