“El hombre del agua negra”

Oscar-Hernandez
Óscar Hernández

José Luis vistió el traje de hule al que colocó las mangueras que le suministrarían oxígeno y donde escucharía las indicaciones del exterior. Después se sumergió en la presa San Joaquín, en donde perdió la vida.
Hace años, ese hombre se desempeñaba como buzo de aguas negras. Aquel día intentó retirar un tapón de basura que bloqueaba colectores; al hacerlo la presión lo absorbió. De ese tamaño es el riesgo que corren los trabajadores que actualmente se internan en el drenaje para solventar la irresponsabilidad de quienes arrojan basura en la calle.
Subterráneo
La Ciudad de México tiene más de 10 mil kilómetros de tuberías, en algunas colonias miden menos de un metro de diámetro. Para conocer su estado físico es necesario recorrerlas; dicha tarea está asignada a “Robert”, un vehículo de 60 centímetros, con videocámara y capacidad para avanzar entre el agua negra del drenaje.
En un ejercicio, “Robert”, operado a control remoto, se adentró en los pozos de visita de la colonia Hipódromo-Condesa; las imágenes que arrojó son alarmantes. Las tuberías están fracturadas y deformes. De acuerdo con ingenieros del Sistema de Aguas de la Ciudad de México, en cualquier momento podrían colapsar, provocando hundimientos de la tierra.
Lo más triste en la visita del pequeño vehículo llegó después. Su tránsito por los colectores se vio interrumpido por un tapón de basura, principalmente botellas de plástico, que bloqueaba toda la circunferencia del tubo. Las aguas negras se acumulaban, como un coágulo que bloquea las arterias del cuerpo y al final provoca un ataque cardiaco. Lo mismo ocurre en la red de alcantarillado.
Intervenir en el punto es urgente, de no hacerlo el agua residual buscara otra salida y comenzará a brotar por las coladeras. “Robert” es incapaz de hacer algo más; su función terminó. Es entonces cuando los trabajadores de Sacmex tienen que arriesgar su vida, para solventar la insensatez humana.
A falta de equipo, Carlos se pone el viejo impermeable de la temporada de lluvias; una boquilla que inhibirá el olor fétido del subsuelo y no usará guantes, dice, dificultan su labor. “Es triste tener que arriesgar a personal para retirar la basura que algunos tiran en la calle, y que termina en el drenaje”, lamenta el ingeniero Buenrostro, responsable del Equipo de Inspección Visual de Sacmex.
Aunque parezca imposible, el trabajador se interna en la tubería de menos de un metro de diámetro. Por menos de 5 mil pesos al mes, debe hacerlo. En dicho colector respira gas metano y ácido sulfídrico (ambos tóxicos); la mascarilla que usa no evita los efectos nocivos.
Arrastrándose, Carlos avanza entre desechos y aguas turbias que corren en su contra. Roedores de tamaño inverosímil salen a su encuentro. La escena es deprimente.
Finalmente llega al epicentro del problema. Con una mano se apoya de donde puede, la otra la usa para intentar remover la basura; es complicado, la inmundicia tiene semanas, quizá meses formándose allí. Se convirtió en un gran bloque de suciedad.
Carlos debe tener cuidado, no puede cometer errores. De principio tiene que estudiar el panorama, discernir qué parte del tapón debe retirar primero, para permitir el paso gradual del agua estancada. Un movimiento en falso podría ser grave. En las profundidades de la ciudad, resulta imposible no recordar aquel terrible momento cuando las aguas negras arrebataron la vida de un buzo del drenaje.
La operación tuvo éxito. La pregunta ahora es ¿hasta cuándo estos hombres deben arriesgarse de esta forma? Basta recorrer las presas y colectores para comprobar las cantidades de basura que acumulan y que sin duda causan las inundaciones en temporada de lluvias.
De acuerdo con el Sistema de Aguas, es urgente rehabilitar y sustituir gran parte de la red hidráulica de la capital mexicana; de no hacerlo, advierte, se vendría una crisis severa, sin embargo, de poco serviría una renovada infraestructura, si seguimos generando más de 12 mil toneladas de basura al día, y ésta, en grandes proporciones, se arroja en las calles y colapsa el drenaje.

Óscar Hernández Bonilla es reportero de investigación en Proyecto 40. Conductor suplente en Informativo 40. Especializado en temas sociales y seguridad. Coberturas electorales, desastres naturales,  e internacionales: guerrilla de las FARC. “En cualquier parte hay algo valioso, digno de narrar; el reto es descubrirlo”.

E-mail: oskarhbonilla@gmail.com

Twitter: @ohernandezb