INVERSIÓN: AUMENTAR Y POTENCIAR

PESOS Y CONTRAPESOS

El principal reto que enfrenta una economía, sobre todo si el objetivo es avanzar por el camino del progreso económico, es ser lo suficientemente segura y confiable para atraer la mayor cantidad posible de inversión directa (ID).
El progreso económico cosiste en la capacidad para producir más y mejores bienes y servicios, para un mayor número de gente, capacidad que depende de la ID, que es la que apuntala y abre empresas, produce bienes y servicios, crea empleos y le permite, a quienes obtienen esos puestos de trabajo, generar ingresos, ID que depende de qué tan segura y confiable sea una economía para invertir directamente en ella.
Parte importante de la ID es la inversión fija bruta (IFB) en instalaciones maquinaria y equipo, es decir, en la infraestructura física para la producción de bienes y servicios, la creación de empleos, la generación de ingresos.
En términos mensuales (comparando cada mes con el mes anterior) y desestacionalizados (eliminando los efectos estacionales y calendario, lo cual hace posible una mejor comparación) durante enero, febrero y marzo (no contamos con información más actualizada), la IFB tuvo este comportamiento: 1.0, 0.6 y menos 0.5 por ciento, por lo que pasamos del crecimiento al decrecimiento, lo cual, de mantenerse la tendencia, no augura nada bueno en materia de producción, empleo e ingresos, tendencia que, ante la incertidumbre que genera el proceso electoral, y el probable triunfo de AMLO, probablemente se mantendrá.




Durante enero, febrero y marzo la IFB en maquinaria y equipo tuvo este comportamiento: 2.5, 2.4 y 2.3 por ciento, crecimiento aceptable, pero con tendencia a la baja.
Por su parte la IFB en construcción residencial tuvo, durante el primer trimestre del año, este comportamiento: enero 1.1, febrero 1.7, marzo menos 3.2 por ciento.
Por último, la IFB en construcción no residencial (fábricas, centros comerciales, oficinas, bodegas; infraestructura de comunicaciones y transportes: aeropuertos, puertos, carreteras; etc.), decreció 2.3 por ciento en enero, decreció 1.3 por ciento en febrero, y decreció 0.2 por ciento en marzo. Si bien es cierto que el decrecimiento fue cada vez menor, lo preocupante es que sumamos tres meses consecutivos con la IFB en construcción no residencial decreciendo, siendo que ésta es, de toda la IFB, la más importante.
La IFB en maquinaria y equipo potencia la capacidad de producción de una economía. La IFB en construcción no residencial aumenta su capacidad de producción. Lo ideal es conseguir ambos objetivos: potenciar y aumentar la capacidad de producción. En México, durante el primer trimestre, conseguimos lo primeo, pero no lo segundo, lo cual debe llevarnos a esta pregunta: ¿qué tan segura y confiable es hoy la economía mexicana ara que se invierta en construcción no residencial, el tipo de IFB que más seguridad y confianza demanda?
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