La advertencia del dólar a AMLO

El peso –con altibajos-, se ha seguido fortalecido a mínimos que no se veían desde mediados de mayo en los 19.40 pesos por dólar, en el mercado interbancario. Como recordará, la semana pasada decíamos que el tipo de cambio había perdido presión, desde los casi 21 pesos que tocó a mediados de junio, en parte porque estaba dando por hecho una victoria de Andrés Manuel López Obrador en las elecciones presidenciales, lo que finalmente ocurrió.

Dijimos que era de esperar un discurso conciliador y tranquilizador para los mercados financieros, que contrastaría con las declaraciones más estridentes que se dieron durante su campaña, y así fue.
Este discurso más moderado, ratificado ayer por AMLO en su encuentro con el presidente Peña Nieto en Palacio Nacional, da una mayor tranquilidad a los empresarios e inversionistas, lo que desincentiva que, por nerviosismo, salgan a buscar refugio comprando dólares, y con ello, eleven su precio.
La apreciación importante de ayer y hoy también se da en un contexto de debilidad internacional del billete verde, y con un día feriado en Estados Unidos por su Día de la Independencia.




Sin embargo sí es de llamar la atención para el próximo gobierno Federal, que durante el discurso que el virtual presidente electo, López Obrador, dio en el Zócalo de la Ciudad de México, el peso cayó prácticamente desde los 19.65 a poco más de 20 pesos en el mercado al mayoreo. Recordemos que ese mercado funciona las 24 horas en días hábiles, y que la noche del domingo ya estaban abiertos los mercados en Asia.
Este discurso, que se centró en el tema social, fue donde reiteró sus promesas de duplicar la pensión para adultos mayores, garantizar el acceso de los jóvenes al estudio y al trabajo, etc., que implican aumentar el gasto público.
El alza del dólar durante este discurso es una clara señal de advertencia para AMLO, de que los inversores –que son quienes arriesgan su capital para invertir y generar crecimiento económico y empleos-, quieren estar seguros de que se van a cumplir ambos compromisos, tanto el de la disciplina fiscal y el de no incrementar la deuda pública, con el de aumentar los beneficios sociales.
Estos dos objetivos parecen contrapuestos dado el poco margen que existe en el presupuesto (a causa del pésimo manejo de las finanzas que hizo el gobierno de EPN, en particular durante la gestión de Luis Videgaray como secretario de Hacienda), y ese es quizá, uno de los mayores retos que enfrentará el nuevo gobierno.
Esto no se dice, pero se van a tener que recortar gastos en algunos rubros y sectores para poder elevarlos en otros, y así cumplir con la meta de no incurrir en déficits. El mero combate a la corrupción será insuficiente para financiarlo todo. ¡La cobija presupuestal no alcanza!
El equilibrio de las finanzas públicas es en extremo importante de cuidar, pues sin estabilidad macroeconómica, no habrá beneficios sociales que perduren, y mucho menos, un dólar ‘barato’ ni una inflación baja.
Por el bien de México esperemos que AMLO cumpla, pero este espacio, lo cierto es que no somos tan optimistas.
Lea completo este artículo suscribiéndose GRATIS a mi boletín aquí
Lea el artículo siguiente. El fin del petróleo barato traerá menor producción de oro