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Hay mucho escepticismo sobre las criptomonedas y sobre si algún día serán aceptadas como dinero en todo el mundo. Muchas instituciones y empresarios ya las han repudiado. Basta recordar que el inversionista Warren Buffett comparó al Bitcoin con “veneno para ratas” y el actual gerente del BIS, Agustín Carstens, declaró que este activo es “un imán para transacciones ilegales.”
No obstante, el Bitcoin y las otras criptomonedas tienen futuro en la medida que supere diversos retos para ser aceptado como dinero, esa es la conclusión de los profesores William Knottenbelt, del Imperial College London; y Zeynep Gurguc del Imperial College Business School, en un estudio llamado Criptomonedas: Superando barreras para la confianza y la adopción.
Más allá de todo el ruido que provocan las críticas hacia las criptomonedas, éstas tienen el potencial de ser aceptadas globalmente como un medio de pago y, además, el dinero nunca ha sido de la misma forma a lo largo de la historia.
“La gente se acostumbró a su visión del dinero como una idea sólida y permanentemente fija cuando, de hecho, sucede lo contrario. La historia del dinero es una historia de evolución, de nueva tecnología que reemplaza a la vieja para mejorar la transferencia de valor de una persona a otra. Las criptomonedas representan un siguiente paso en este viaje”, dice Iqbal V. Gandham, director gerente para el Reino Unido de la plataforma de inversión eToro, quien encargó la investigación.
De acuerdo con el documento, hay seis retos que las criptomonedas deben superar para ser aceptadas mundialmente.
1. Escalabilidad: muchas criptomonedas se basan en bloques que no están diseñados para facilitar grandes volúmenes de transacciones en la actualidad. “La comunidad minera de blockchain individuales necesita priorizar la resolución de problemas de escalabilidad para tener éxito.”
2. Usabilidad: como cualquier invención, el diseño fácil de usar es el núcleo de la adopción masiva. Las criptomonedas pueden ser complejas y requieren una comprensión especializada.
3. Regulación: actualmente los países persiguen diferentes rutas regulatorias. Sin un enfoque global estandarizado para la regulación, Bitcoin tendrá problemas para obtener una aceptación convencional.
4. Volatilidad: todas las monedas fiduciarias fluctúan en valor. Sin embargo, la volatilidad significativa actual en las criptomonedas dificulta su capacidad de ser considerada una reserva de valor. A medida que los movimientos de precios se asienten, la función de almacenamiento de valores puede realizarse.
5. Incentivos: cualquier ecosistema financiero nuevo requiere una reflexión cuidadosa sobre cómo su sistema de recompensas influirá en el comportamiento. “Si esto no se construye de la manera correcta, el sistema será rápidamente manipulado por algunos usuarios en detrimento de otros.”
6. Privacidad: mientras que blockchain proporciona una única fuente transparente de confianza, los diferentes niveles de privacidad disponibles para diferentes usuarios suelen ser no tan atractivos. Sin esto, algunas personas se mantendrán alejadas de las criptomonedas.
La evolución del dinero es permanente, como todo en la vida, por lo que sólo el mercado, el uso o no de la gente, determinará en competencia si las criptomonedas se quedan o se van.
Cualquier intento de las autoridades por prohibirlas, porque implican un riesgo a su monopolio de dinero estatal, está condenado a fracasar, igual que con sus embates para que los inversores desprecien al oro y la plata.
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