¿MÁS GASTO = MEJORES RESULTADOS?
En México hay quienes padecen una extraña ilusión (concepto, imagen o representación sin verdadera realidad, sugeridos por la imaginación o causados por el engaño de los sentidos, de la voluntad o de la inteligencia; esperanza cuyo cumplimento parece especialmente atractivo), la de que un mayor gasto gubernamental da como resultado un mayor bienestar para los ciudadanos, y ello en todos los ámbitos de la vida. ¿Será? Más allá de las cuestiones de principio, que nunca hay que soslayar, ¿qué muestran los hechos?
Dada esta extraña ilusión, que encontramos sobre todo, por un lado, entre políticos, gobernantes, legisladores y burócratas, y por el otro entre las clientelas presupuestarias, que son los grupos de intereses que reciben alguna partida del presupuesto, ¡intereses que siempre son pecuniarios!, es que año tras año el Presupuesto de Egresos de la Federación es mayor. Pongo de ejemplo el gasto neto del sector público presupuestario en el último año de las cuatro últimas administraciones. 2000, último año del sexenio zedillista: $1,239,266,000,000. 2006, último año del gobierno foxista: $2,225,221,000,000. 2012, último año del sexenio calderonista: $3,920,305,000,000. Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación para el 2018, último año del periodo peñista: $5,416,685,000,000.
Suponiendo que se apruebe el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación para el 2018, en los 18 primeros años del siglo XXI el gasto neto del sector público presupuestario habrá crecido $4,177,419,000,000, cantidad equivalente al 337 por ciento. ¿Este aumento en el gasto gubernamental ha dado como resultado un gobierno más honesto y más eficaz? ¿Ha tenido como consecuencia, antes que cualquier otra, el avance y la consolidación del Estado de Derecho, cuyos dos ingredientes principales son las leyes justas y los gobiernos honestos y eficaces?
Según el Rule of Law Index 2016, en materia de Estado de Derecho, México obtuvo una calificación de 4.6 sobre 10 y la posición 88 entre 113 naciones. En el 2012 la calificación fue 4.7 sobre 10 y la posición 67 entre 97 países. A mayor gasto gubernamental, ¿mejores resultados?
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