OFERTA Y DEMANDA AGREGADAS

PESOS Y CONTRAPESOS

En cualquier economía podemos calcular la Demanda Agregada (DA) y la Oferta Agregada (OA), y obtener una visión general de esa economía.
La DA es la suma de la demanda de bienes y servicios de las familias, llamado consumo familiar (C); de las empresas, llamada inversión (In); del gobierno, llamado gasto gubernamental (G); y de los extranjeros, llamada exportaciones (Ex). Así la DA = C + In + G + Ex.
La OA es la suma de la producción de bienes y servicios, el Producto Interno Bruto (PIB), más las importaciones (Im), a lo cual, dado que no todo lo que se produce en el país se ofrece en el país, hay que restarle las exportaciones (Ex). De tal manera la OA = PIB + Im – Ex.
¿Cómo nos fue, en materia de DA y OA, en México, el año pasado?




En términos anuales el crecimiento promedio trimestral de la OA en 2017 fue 3.18 por ciento: 2.05 el PIB y 6.45 las Im. Un año antes, para tener un punto de comparación, la OA creció 2.93 por ciento: 2.93 el PIB y 2.90 por las Im. En 2017 la OA creció más que en 2016: 3.18 contra 2.93.
En términos anuales el crecimiento promedio trimestral de la DA en 2017 fue 3.18 por ciento: 3.00 el C, 0.16 la IN, 0.13 el G, y 3.95 las Ex. En 2016, para comparar, la DA creció 2.93 por ciento: 3.65 el C, 1.18 la In, 2.40 el G, y 3.45 las Ex. Al igual que sucedió con la OA, en 2017 la DA creció más que en 2016: 3.18 contra 2.93.
De todos estos datos quiero destacar tres. Las inversiones de las empresas (In), de las cuales depende la producción de bienes y servicios (PIB), la creación de empleos y la generación del ingreso; el consumo familiar (C), del cual depende el bienestar de las familias; las importaciones (Im) cuyo mayor crecimiento compensó el menor crecimiento de la producción interna (PIB).
En 2016, en términos anuales, el crecimiento promedio trimestral de In fue 1.18 por ciento. Un año después, en el 2017, resultó de solamente 0.16 por ciento, lo cual, para el futuro inmediato, no augura nada bueno en materia de producción, empleo e ingreso, con el efecto negativo que un mal desempeño de ello tiene sobre el bienestar de la gente.
En 2016, también en términos anuales, el crecimiento promedio trimestral de C fue 3.65 por ciento. En 2017, un año después, resultó menor, del 3.00 por ciento, contracción que, sin ser considerable, sí apunta en la dirección equivocada, sobre todo en un país en el cual el 47 por ciento de la población sobrevive en la pobreza, que puede definirse como la situación en la cual la cantidad, calidad y variedad de los bienes y servicios que se consumen resultan inadecuadas. Una condición necesaria para superar la pobreza es que el PIB crezca lo más posible.
Entre 2016 y 2017 el crecimiento del PIB pasó de 2.93 a 2.05 por ciento, una caída equivalente al 30 por ciento, al tiempo que el crecimiento de las Im pasó del 2.90 al 6.45 por ciento, un aumento equivalente al 122.4 por ciento, que compensó la caída del PIB, es decir, de la oferta de satisfactores producidos en el país, evitando que la OA resultara menor.
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