¿Por qué prefiero la onza Libertad de oro al centenario?

Algunos suscriptores me han preguntado a qué se debe que prefiera y recomiende más comprar la onza Libertad de oro, que el Centenario. Esta última, como sabe, es la moneda áurea más popular en el país. Pese a ello, la realidad legal y del mercado es que el Centenario tiene algunas desventajas que se manifiestan en su precio de recompra, es decir, cuando usted –por cualquier motivo– quiere liquidarla y regresar a pesos.
Voy a tomar como ejemplo el de Citibanamex, que hoy tiene a la venta el Centenario en 30,000 pesos, y a la compra en 22,000. Esto significa un ‘spread’ (diferencial) de más de 36%.
Esa misma institución bancaria, este jueves vende la onza Libertad oro en 24,900 pesos, y la recompra en 20,400. Aquí el ‘spread’ es de “sólo” 22%.
El Centenario siempre será más caro porque contiene 1.2 onzas (oz.) troy de oro, mientras que la Libertad sólo 1 oz (31.1 gr.).
Pero esa no es la única diferencia importante. El Centenario (y el resto de monedas de su familia, como el Azteca, el Hidalgo y sus fracciones) es ley 0.900, o sea que es 90% de oro y el resto es aleación que la hace más resistente, la endurece, y le da su color característico.
La familia de la serie Libertad (integrada por monedas de 1, ½, ¼, 1/10 y 1/20 de onza), en cambio, es de oro puro ley 0.999 (99.9% metal fino), ideal para inversión.

A todo lo anterior súmele un elemento legal importante señalado en el Artículo 2º bis de la Ley Monetaria de los Estados Unidos Mexicanos, que transcribo a continuación:
También formarán parte del sistema las monedas metálicas acuñadas en platino, en oro y en plata, cuyo peso, cuño, ley y demás características señalen los decretos relativos.
Estas monedas:
I.- Gozarán de curso legal por el equivalente en pesos de su cotización diaria;
II.- No tendrán valor nominal;
III.- Expresarán su contenido de metal fino; y
IV.- Tendrán poder liberatorio referido exclusivamente al pago de las obligaciones mencionadas en el segundo párrafo del artículo 7o. Dicho poder liberatorio será ilimitado en cuanto al número de piezas a entregar en un mismo pago.
El Banco de México determinará diariamente la cotización de estas monedas, con base en el precio internacional del metal fino contenido en ellas.
El Banco de México, directamente o a través de sus corresponsales, estará obligado a recibir ilimitadamente estas monedas, a su valor de cotización, entregando a cambio de ellas billetes y monedas metálicas de los mencionados en el artículo 2o. de esta ley.

Como ve, el banco central está obligado a recomprar las monedas de la serie Libertad, que son las que cumplen con lo establecido por la Ley Monetaria.
Por los factores referidos, la negociabilidad de la onza Libertad de oro es superior a la del Centenario y su ‘spread’ es menor, lo que la hace preferible, en mi opinión, para el público inversionista.
La desventaja de la Libertad es que no se consigue tan fácil. Banxico tiene registrados como distribuidores autorizados nacionales seis bancos comerciales: Banco Azteca, Banamex, Banorte, BanRegio, BBVA Bancomer y Cibanco. También la Casa de Moneda y el Museo Interactivo de Economía.
En fin, nuestra intención no es criticar al Centenario o a sus tenedores, sino sólo exponer las razones par recomendar más la Libertad. En todo caso, oro monetario es oro monetario, y resulta indispensable en cualquier cartera de inversión.