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| Óscar Hernández |
A los 14 años, Vanessa tenía un novio de su misma edad. Anhelaba construir una relación sólida; con la misma fuerza que entrega esa edad; sin embargo, sus planes cambiaron cuando se embarazó.
“Fue inesperado, así de la nada llegó”, nos comparte mientras se ve frente a un espejo, como quien reta al pasado. Viste un pants gris y playera rosa, dos o tres tallas más grandes, pero ideal para cubrir la llegada de su vástago.
El momento más difícil, dice, cuando su joven pareja negó la paternidad. Aquel chico adolescente, que le prometió amor y compromiso, decidió irse, al saber que sería padre.
“Que no era de él, me decía no es mío… y yo le decía, cómo no va a ser tuyo! Y me decía que no”; en ese momento Vanessa aprieta con visible rabia, un muñeco que tiene en sus manos, y que le sirve, aunque no lo sepa, para canalizar la carga de rencor que arrastra desde hace meses.
La frustración de esta adolescente no cesó con la indiferencia de su pareja; ésta, antes de abandonarla, la agredió físicamente hasta llevarla al hospital. “Tenía amenaza de aborto por tantos golpes que recibía, pues ya no quería estar el bebé adentro, se molestaba de verme así: gordita”, enfatiza Vanessa.
Focos rojos
El embarazo de adolescentes se volvió un problema de salud pública en México. Cada año nacen más de 400 mil bebés de madres menores de edad; esta cifra representa el 20 por ciento de todos los nacimientos en nuestro país. “La mayoría son madres solteras, estamos viviendo ya en unas ocasiones hasta la tercera generación, ya de madres solteras”, relata Judith Arriaga, subdirectora de Vifac México.
En los últimos años se dispararon los embarazos de adolescentes, primordialmente en zonas marginadas. En uno de estos lugares, enclavado en la sierra poblana, nació Vanessa, quien voltea a todos lados durante la entrevista. Sin duda, quiere terminarla pronto.
“La desventaja es que muy chiquita como que no es tan agradable tener un bebé, porque prácticamente no sabes nada”, dice “Vane”, como cariñosamente le dicen en este albergue de Vifac, especializado en brindar apoyo a adolescentes y ubicado en Satélite, Estado de México, por cierto, la entidad que encabeza la lista de embarazos prematuros, con más de 53 mil casos.
Información sin formación
El 70 por ciento de las mamás adolescentes quiso embarazarse. A decir de Arriaga, la falta de información sobre sexualidad es la causa principal.
Dentro de tres semanas, Vanessa será mamá. Enfrentará sola su maternidad. Sus padres, hace tiempo, se alejaron de ella. “Pienso trabajar en una estética, me gusta mucho eso de peinar, y si no es eso, pienso trabajar igual en algo de costura”, cuenta Vane, quien ya dejó su muñeco y ahora se pasea en el taller de corte de cabello, entre maniquíes que sirven de modelo.
Y sí, con 14 años de edad, desea compartir su experiencia: “Para todo hay tiempo, que mejor se esperen, y si quieren tener algo así, hay muchos métodos y porque no es tan fácil tener un bebé dentro de ti”.
Belén
Este equipo adecua la nueva locación, esta vez en el taller de costura, en el albergue Vifac. A la puerta, asoma Belén.
Su intención, en aquel entonces, era divertirse, pero aquella noche de fiesta, su vida tomó otro rumbo.
“Me tomé el refresco, pero yo no sabía que tenía drogas, así cosas, y me lo tomé, me lo terminé y me empecé a marear, y ya no sentía mi cuerpo y me caí”, recuerda la adolescente de 15 años.
Semanas después, Belén comenzó a sentir cambios en su cuerpo, y hace unos días supo que está embarazada; y asegura no saber quién abusó de ella.
“Mi amiga me invitó a una fiesta y ya no supe de ahí qué pasó; cuando mi hermano se enteró que estaba en el hospital, se puso triste y se puso a llorar”, narra Belén, al tiempo de clavar fijamente su mirada en quien conversa con ella.
Belén también habita el albergue de Vifac. Se trata de una adolescente con semblante frío, se describe como una mujer desconfiada porque así le enseñó la vida.
“Lo que vemos que incrementa es la violencia sexual, sobre todo hacia niñas y también por eso hay embarazos; muchas veces no se investiga y se piensa que es sólo un embarazo”, plantea Juana Mercado, de Católicas por el Derecho a Decidir.
De acuerdo con cifras de la UNAM, la mayoría de las madres adolescentes son mamás solteras, con estudios de primaria y con tendencia a repetir las conductas de sus padres, como le pasó a Belén, hija de madre soltera.
“Mi mamá me abandonó a los 8 años en el DIF… mi mamá no me supo valorar y yo sí voy a valorar mucho a mi hijo, y lo voy a querer un buen! Y nunca lo voy a regañar porque no come o algo así”. Belén no puede evitar acariciar su vientre mientras comparte sus planes.
En México, 280 mil adolescentes, entre 13 y 16 años, abandonan sus estudios para dedicarse a sus hijos, así lo establecen estudios del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM. Más de 350 mil adolescentes se embarazan al año en México.
De los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, México encabeza la lista con el mayor índice de embarazos en menores de edad; 64 por cada mil adolescentes. Y el 6 por ciento de los abortos legales en la capital del país, corresponde a dicho sector.
“Me decían que si lo quería dar en adopción, dije que no, que lo q yo pasé no va a pasar con mi hija”, sentencia Belén, quien en menos de tres meses será mamá. Antes, su cuerpo enfrentará el parto, que a sus 15 años, aseguran expertos, no está listo para dar a luz.
“El cuerpo de una niña no está preparado para tener un embarazo, puede haber riesgo de muerte, es poco probable que el embarazo llegue a buen término”, dice Juana Mercado.
Hoy, en Vifac, Belén aprende a hacer pan, con ese oficio quiere salir adelante y ofrecerle una vida a su próximo hijo.
Vanessa… Belén… Y miles de casos más.
Al día, y de acuerdo con José Narro, Secretario de Salud, hay 30 nacimientos no deseados de madres menores de 14 años.
Hace tiempo, en la mesa de la sala, en casa de la abuela, se decía: “aprende a caminar, antes de correr”.
Óscar Hernández Bonilla es reportero de investigación en Proyecto 40. Conductor suplente en Informativo 40. Especializado en temas sociales y seguridad. Coberturas electorales, desastres naturales, e internacionales: guerrilla de las FARC. “En cualquier parte hay algo valioso, digno de narrar; el reto es descubrirlo”.
E-mail: oskarhbonilla@gmail.com
Twitter: @ohernandezb
