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| Josué Segura |
En días pasados, nuevamente el presidente nacional de Morena, Andrés Manuel López Obrador dio de qué hablar cuando presentó sus “50 puntos de acción” en los cuales se basaría su proyecto de nación para el próximo 2018 de ser ganador en las elecciones presidenciales. Me es, como siempre, menester el desenmascarar la falsedad, por ahora, de solo algunas propuestas, evidenciar que no tienen ni un ligero sustento económico y por qué en vez de beneficiar, perjudicarían a la ciudadanía, en fin, empecemos:
- Aumentar el salario mínimo, ¿por qué aún no entendemos que elevarlo lo único que generará es presión inflacionaria, desempleo y aumentar pobreza?
- Incrementos salariales a maestros, enfermeras, médicos, policías, soldados y otros servidores públicos; también a la pensión de adultos mayores (al doble, por lo menos a $1,100 mensuales) y ampliar el “beneficio” a las personas con discapacidad. Señor Obrador, ¿de dónde piensa sacar el dinero para hacer el pago respectivo a los rubros anteriores?
- Construcción de refinerías. La refinación no es negocio, no es rentable construir más refinerías por ocurrencia y con recursos públicos, comprometiendo los recursos de todos los mexicanos y basándonos en que se construyeran 5 (como lo propuso en el sexenio anterior), estaríamos hablando de gastar aproximadamente 50 mil millones de dólares de recursos públicos.
- Derogación de las reformas aprobadas en la administración de EPN, AMLO como siempre, lo único que quiere es llevar la contraria a la oposición, sin saber que muchos de los resultados de las reformas sólo podrán verse en el largo plazo, como por ejemplo la educativa o el sector energético, la reforma de telecomunicaciones provocó en principio una reducción en la inversión, pero se espera que una vez aclaradas “las reglas” aumente fuertemente la inversión en este campo, de la única que nos esta generando un lastre económico y en la que deberíamos centrar nuestra atención es la Financiera/Hacendaria.
- Abrogación del proyecto del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México, pésima idea, el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México está saturado, por lo que es indispensable contar con un aeropuerto de mayor capacidad en la CDMX.
- También quiere impulsar un programa de “Jóvenes Construyendo el Futuro”, un proyecto donde se prohibirá rechazar a estudiantes del ingreso a nivel medio y superior, así como los exámenes de admisión. Un plan para cerca de 300,000 aspirantes rechazados de las universidades públicas y una beca de $2,290 mensuales y para quienes no encuentran trabajo, ingresos de 1.5 salarios mínimos. Ven la dimensión del despilfarro que quiere hacer, ser un Estado Benefactor que consienta a sus hijos con el dinero de otros ¿Dónde quedó la responsabilidad individual? ¿El respeto a la propiedad privada?
- Y hay más, López Obrador añadió la propuesta de llevar internet “gratis” de banda ancha a todas las comunidades del país, a través de la fibra óptica de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) ¿En serio creen que eso es gratis?
La singular propuesta que veo con beatitud es el reducir IVA e ISR pero después de las atrocidades económicas antes mencionadas dudo mucho que lo haga, al contrario subirá impuestos e inventará muchos más ¿De dónde creen que va a financiar sus ocurrencias? ¡Del fruto del trabajo de los demás! Está claro que su promesa de supuesto cero endeudamiento y baja inflación es una vil mentira.
En fin, en realidad no hay nada que no se le haya escuchado ya, con anterioridad, sí, en los sexenios pasados en los que ha estado contendiendo; lo preocupante es que sigue sin explicar de dónde saldrá el dinero para cumplir sus ofrecimientos. Su único alegato continúa siendo el ser, único mesías capaz de aniquilar la corrupción y sobretodo (aunque no lo acepta) ser la persona que vaciará los bolsillos de los ciudadanos de “clase media y alta” para después repartir esa riqueza entre el pueblo, los más pobres.
Esto va más allá de ser un simple análisis ingenuo de sus propuestas, hoy más que en 2006 ó 2012, AMLO tiene una verdadera oportunidad de ganar la presidencia y en el 2018 (en el terrible caso de que lo logre), podremos conocer cómo demonios pagará todas y cada una de sus promesas para convertir a México en un país desgraciadamente “feliz”.
“Josué Segura, miembro fundador de México Libertario, estudiante de Derecho en la UNAM, colaborador en publicaciones, crítico político liberal.”
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