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| Josué Segura |
En días pasados hacía en una de mis redes sociales, una pequeña anotación sobre las inexistentes disculpas de AMLO a la ciudadanía; en mi artículo anterior, de igual forma enfaticé una crítica a él, para evitar caer en sus discursos demagogos y no creer en sus políticas populistas, pero como era de esperarse los críticas nada constructivas e insultos por parte de sus seguidores se hicieron presentes, razón que me alienta a seguir alzando la voz pera desenmascarar a Obrador y con hechos reconocer que es un peligro para México.
Este político así como sus seguidores, nunca van a estar conformes con lo que haga Peña Nieto porque no perdonan que le haya ganado la elección presidencial. Indignante es escucharle que sólo él sabe cuándo y a quién absolver de todo mal, recordemos lo que en pasados meses dijo: “Todo el que está en el PRI, pero se arrepiente de todo lo que hizo mal y decide pasarse a Morena, puede ser perdonado. Al momento que se sale del PRI se limpió” ¿Patético, no lo cree?
En fin mucho es lo sonado sobre las “disculpas” de EPN hace unos días, sobre la ”Casa Blanca” y es cierto, no podría perdonarse así de la noche a la mañana, la clara NO rendición de cuentas, ni la transparencia de la misma ¡Vaya! Esa corrupción; ya que de la misma manera, tan fácil sería para nosotros los ciudadanos, el ofrecer solamente disculpas al SAT por NO haber realizado nuestras “obligaciones” fiscales.
Y bueno antes de entrar de lleno con AMLO, recordemos a algunos mandatarios que luego de sus tropiezos, sabían era necesario reconocer sus faltas si es que querían mantener la legitimidad de su cargo y que por ello, pidieron disculpas:
1.- José López Portillo, por no haber acertado a sacar a los pobres de la miseria.
2.- Felipe Calderón Hinojosa, a los padres de desaparecidos por el crimen organizado.
3.- Mariano Rajoy, presidente de España, por haber nombrado a personas que no eran “dignas” para ocupar algunos cargos. También, compartió el “hartazgo” e “indignación” por hechos relacionados con la corrupción.
4.- Luiz Inácio Lula da Silva, ex presidente de Brasil, por los escándalos de corrupción en torno a su campaña que lo llevó al poder (financiación ilícita de su partido) y condenó las “prácticas inaceptables”.
En fin, ahora me pregunto esas disculpas ¿Cuándo las dará AMLO? Digo ¡Hasta el Papa Francisco ha pedido perdón! Este “líder mesiánico“, se cree poseedor de la verdad absoluta, sólo admite su verdad, no es capaz de reconocer las ideas distintas o los errores; por evidentes que sean, jamás se disculpará pues nunca aceptará que existe la posibilidad de equivocarse. En su opinión, todo lo que sale de su boca es cierto y no hay forma de tropezar ni necesidad de pedir perdón.
Porque nuevamente pregunto, ¿ya se les olvidó a sus seguidores?…
1.- Las tranzas en los segundos pisos con Claudia Sheinbaim e Imaz.
2.- Sus viajes a Italia, EUA (para gozar de privilegios con jugadores de beisbol).
3.- Lujos de sus hijos José Ramón y Andres López Beltrán (ropa, autos, viajes).
4.- El robo de Ahumada y Bejarano.
5.- “Cobro” o “pase de charola” a los trabajadores del GDF.
6.- Adeudo de 10 mil millones (equivalente a 116 casas blancas) que provocó y continuó en Tabasco a CFE, cuando llamó a que nadie pagara el servicio eléctrico.
7.- Pérdidas y daños que ha provocado en sus plantones.
Y de aquí generamos las preguntas más interesantes ¿QUIÉN LO MANTIENE?, ¿cómo, con supuestos 60 mil pesos mensuales de ingresos, puede mantener por lo menos cuatro casas? No es escritor, nunca ha sido legislador, no pertenece a ninguna institución académica, no es asesor de alguna empresa, no tiene ninguna empresa propia. Se supone que no recibe ingresos de ninguna otra fuente ¿De qué vive, entonces?, ¿hay algún medio de transparencia que permita acceder a sus datos y verificar si son fidedignos?
Entonces, me dirijo a sus seguidores ¿Por qué no les indigna o encoleriza estos actos y fraudes de su líder? Lo peor es que son ellos quienes creen a ciegas en él y ni las fotos o la información valen.
Entendamos, siempre AMLO engañará con ser aquel hombre de “austeridad republicana” y de “honestidad valiente”, López Obrador no es el político de la “república de amor y paz”, sino de odios y rencores, que no reconoce sus errores y en su estandarte siempre estará presente, la mentira y el engaño, propio de un dictador, populista y totalitarista.
“Josué Segura, miembro fundador de México Libertario, estudiante de Derecho en la UNAM, colaborador en publicaciones, crítico político liberal.”
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