ANTICONSTITUCIONAL

PESOS Y CONTRAPESOS

Leemos, en el primer párrafo del artículo 25 constitucional, que el Estado, que para todo efecto práctico es el gobierno en turno, debe crear “el conjunto de condiciones necesarias para generar un mayor crecimiento económico, promoviendo la inversión”, tratándose de la inversión directa, que es la que produce bienes y servicios, variable con la que se mide el crecimiento de la economía. A más inversión directa mayor crecimiento de la economía, y viceversa.




¿Cuál es la primera de las condiciones que el gobierno debe cumplir para, promoviendo las inversiones directas, generar un mayor crecimiento de la economía? Crear confianza entre los empresarios, de quienes dependen las inversiones directas, por lo que, a mayor confianza más inversiones directas; a más inversiones directas mayor producción; a mayor producción mayor crecimiento de la economía.
El gobierno de AMLO ha hecho exactamente lo contrario: ha generado desconfianza entre los empresarios, y la mejor muestra es el comportamiento de la inversión fija bruta en instalaciones, maquinaria y equipo, parte importante de la inversión directa, que entre octubre del año pasado y julio pasado, último mes para el que tenemos información, pasó de crecer 2.0 por ciento a decrecer 9.1 por ciento, por lo que el crecimiento de la economía, medido por el Indicador Global de la Actividad Economice, pasó de 2.0 por ciento, en octubre del año pasado, a menos 0.6 por ciento, en julio pasado.
Fue la cancelación de la construcción del NAICM en Texcoco, misma que llevaba un avance de más o menos 33 por ciento, la decisión que generó la desconfianza entre los empresarios, misma que el gobierno no ha logrado revertir, y que bien puede ser considerada anticonstitucional, contraria al deber del gobierno de crear “el conjunto de condiciones necesarias para generar un mayor crecimiento económico, promoviendo la inversión”, condiciones necesarias que, aceptando que el crecimiento de la economía se mide por el comportamiento de la producción, y que ésta depende de las inversiones directas de los empresarios, no son difíciles de identificar, entre las cuales se encuentra, en primer lugar, generar confianza entre los empresarios, misma que el gobierno ha minado.




Mucho puede discutirse en torno a la pregunta ¿cuál es la manera correcta de que el gobierno incentive la inversión directa y promueva el crecimiento de la economía?, pero lo que no se discute (es tan claro como que 2 + 2 = 4) es que la confianza de los empresarios es una condición necesaria para lograrlo, por lo que cualquier acción del gobierno que la reduzca desincentiva la inversión directa y frena el crecimiento, tal y como ha sucedido, lo cual debe considerarse anticonstitucional, contrario a lo establecido en la Constitución, que AMLO juró respetar.
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