CAPITALISMO DE COMPADRES -Primera de dos partes-

PESOS Y CONTRAPESOS
Tres son los poderes del gobierno: prohibir, obligar y castigar, que puede usar, para garantizar los derechos de los ciudadanos, para satisfacer las necesidades de quienes son incapaces de satisfacerles por sí mismos, para defender los intereses de quienes logran que el gobierno defienda sus intereses, entre quienes se encuentran los empresarios.
¿Cuál es el principal interés del empresario? Maximizar sus utilidades. ¿Cómo lo consigue? Cobrando el máximo precio que el consumidor está dispuesto a pagar por lo que se le ofrece, en función de su apreciación, compuesta por lo que quiere (en función de lo que necesita) y lo que puede (en función de su poder de compra). ¿Qué se necesita para que el empresario pueda cobrar el máximo precio que el consumidor está dispuesto a pagar? Que sea el único oferente, que no tenga competencia, que sea monopolista. ¿Cómo lograrlo? Una posibilidad es que el gobierno lo mantenga al margen de la competencia, por lo menos, de la que traen consigo las importaciones, que no eliminará toda la competencia, pero sí la limitará a la de los productores nacionales, quienes podrán ponerse de acuerdo para no competir, sobre vía precios, incurriendo en prácticas monopólicas absolutas.
Si el gobierno prohíbe las importaciones no lo hace para garantizar un derecho del empresario (ningún empresario tiene derecho al monopolio), sino para defender un interés (el que todo empresario tiene de ser monopolista, para poder cobrar el máximo precio posible, lo cual le permite maximizar utilidades, que es el principal interés de cualquier empresario).
Este, el del proteccionismo (el gobierno prohibiendo las importaciones para proteger a los productores nacionales de la competencia que éstas traen consigo), es una buena muestra (la paradigmática), del capitalismo de compadres, en el cual los empresarios reciben privilegios de parte del gobierno (protección contra la competencia, subsidios a los costos de producción, concesiones monopólicas, adjudicaciones directas, exenciones de impuestos), lo cual les permite aumentar sus ganancias, siempre a costa de los consumidores, quienes, al tener que pagar un mayor precio por X, verán reducido su bienestar, al no contar con más ingreso disponible, o para comprar más de X, y/o para comprar Y, y/o para ahorrar.
La primera pregunta con relación al capitalismo de compadres es si es legítimo que el gobierno defienda intereses en vez de solamente garantizar derechos, teniendo en cuenta que los derechos, que son los mismos para todos, unifican, mientras que los intereses, que son distintos para cada uno, dividen. Los gobiernos deben garantizar los primeros, sobre todo cuando se trata de verdaderos derechos, no defender los segundos, mucho menos cuando son pecuniarios.
Continuará.
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