COMERCIO EXTERIOR, MALAS NOTICIAS

PESOS Y CONTRAPESOS
Lo señaló Federico Bastiat en el siglo XIX y lo repitió Henry Hazlitt en el XX: si hay una esfera del saber humano plagada de falacias esa es la economía, y si hay un ámbito de la economía, esto lo digo yo, atestado de enredos, ese es el del comercio exterior.
El problema con las falacias es que pueden traducirse en malas políticas económicas, y el problema con las malas políticas económicas es que descarrilan a la economía, reduciendo las posibilidades de bienestar de las personas.
Una de estas falacias es pensar que del comercio exterior lo que importa son las exportaciones y no las importaciones, error que puede traducirse en malas políticas económicas, proteccionistas, que prohíben las importaciones, lo que, al reducir la cantidad, calidad y variedad de los bienes ofrecidos en un país, limita las posibilidades de bienestar de las personas.
Con lo que exportamos satisfacen sus necesidades los extranjeros, mientras que con lo que importamos las satisfacemos nosotros. Para nosotros, ¿qué es lo importante? ¿Que los otros satisfagan sus necesidades o que las satisfagamos nosotros? En todo caso las exportaciones son el medio (para obtener dólares) y las importaciones (que hay que pagar con dólares) el fin, con toda la importancia que tienen los medios, sin los cuales no se consiguen los fines, pero no debiéndose confundir con estos, confusión que puede llevar a practicar políticas económicas erróneas.
Dado lo anterior es que preocupa el resultado del comercio exterior al pasado mes de noviembre, mismo que ya se ve afectado por el “atorón” que padece la economía mexicana. Las exportaciones, con las que satisfacen sus necesidades los extranjeros, en términos mensuales decrecieron 7.9 por ciento y, en términos anuales, decrecieron 2.9 por ciento. Por su lado las importaciones, con las que nosotros satisfacemos nuestras necesidades, en términos mensuales decrecieron 11.5 por ciento, 45.6 por ciento más que las exportaciones y, en términos anuales, decrecieron 10.3 por ciento, 255.2 por ciento más que las exportaciones.
Además, hay que tener en cuenta que en noviembre la balanza comercial de México con el resto del mundo resultó superavitaria por 790.4 millones de dólares, lo cual, por tratarse de superávit, podría pensarse que es algo bueno, ¡otra falacia!, cuando no lo es. Que la balanza comercial sea superavitaria quiere decir, dicho de la manera más sencilla posible, que está saliendo ahorro de México, para financiar el déficit en la balanza comercial de otros países, cuando lo ideal es que entre, para lo cual se requiere déficit en la balanza comercial, financiado con el ahorro proveniente de otros países. ¿Qué es mejor: que salga ahorro de México (superávit comercial) o que entre ahorro a México (déficit comercial)?
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