CONDICIONES DE EMPLEO Y CUARENTENA

PESOS Y CONTRAPESOS
Ya tenemos los Indicadores de Ocupación y Empleo para febrero. Centro la atención en cuatro: tasa de subocupación, de condiciones críticas de ocupación, de ocupación en el sector informal, de informalidad laboral.
Está subocupada la población ocupada con necesidad y disponibilidad de trabajar más tiempo, sin posibilidad de hacerlo, condición de subocupación que implica que el ingreso generado resulta, para los fines que el trabajador se propone, insuficiente.
En febrero de 2019 el 6.4 por ciento de la población ocupada estaba subocupada. Un año después, febrero de 2020, el porcentaje fue 8.7, lo cual dio como resultado un aumento de 2.3 puntos porcentuales, equivalentes al 35.9 por ciento.
Está en condición crítica de ocupación la población ocupada que trabaja menos de 35 horas a la semana por razones ajenas a su voluntad; o que trabaja más de 35 horas semanales con ingresos mensuales por debajo del salario mínimo (3,916.51 pesos); o que trabaja más de 48 horas a la semana con ingresos mensuales menores a dos salarios mínimos (7,833.01 pesos).




En febrero del año pasado se encontraba en condiciones críticas de ocupación el 19.6 por ciento de la población ocupada. Transcurrido un año, en febrero pasado, el porcentaje fue 23.1. El incremento fue igual a 3.5 puntos porcentuales, que equivalen al 17.9 por ciento.
La ocupación en el sector informal de la economía se refiere al porcentaje de la población ocupada que trabaja en unidades económicas no agropecuarias, operadas sin registros contables y que funcionan a partir de los recursos del hogar o de la persona que encabeza la actividad, sin que esté constituida como empresa.
En febrero de 2019 en el sector informal de la economía trabajó el 27.9 por ciento de la población ocupada. En febrero de 2020 el porcentaje fue 27.5. La reducción fue de 0.4 puntos porcentuales, equivalentes al 1.4 por ciento.




Por último, la tasa de informalidad laboral es la suma (sin duplicar) de la población ocupada que resulta laboralmente vulnerable por la naturaleza de la unidad económica en la que trabaja, más aquella cuya fuente de trabajo (empleador) no reconoce el vínculo laboral.
En febrero del año pasado se encontraba en informalidad laboral el 57.7 por ciento de la población ocupada. En febrero pasado el porcentaje fue 56.2. La disminución fue de 1.5 puntos porcentuales, que equivalen al 2.6 por ciento.
Con estas cifras, ¿sería prudente que el gobierno decretara una cuarentena? ¿Cuánta de la población subocupada, o en condición crítica de ocupación, o en la informalidad laboral, u ocupada en el sector informal, seguiría generando ingreso durante la cuarentena o contaría con el ahorro suficiente para seguir consumiendo durante la misma, por lo menos para satisfacer correctamente sus necesidades básicas?
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