EL GOBIERNO Y LA ECONOMÍA (5 de 5)

PESOS Y CONTRAPESOS
La mexicana es economía de mercado en el sentido literal del término (se produce para vender y se compra para consumir), pero no en el sentido institucional (con los derechos de los agentes económicos debidamente reconocidos, definidos y garantizados), lo cual frena la actualización de sus potencialidades, reduciendo las posibilidades de elevar el bienestar de la gente.
Lo más preocupante son las amenazas en contra de la libertad y la propiedad, mismas que encontramos, para empezar, en La Constitución, en cuyo artículo 25 se dice que el Estado, que para todo efecto práctico es el gobierno en turno, debe planear, conducir, coordinar y orientar la actividad económico nacional, lo cual solo puede hacerse planeando, conduciendo, coordinando y orientando las actividades de los agentes económicos, lo cual amenaza su libertad. Artículo 25.
Según el artículo 28 constitucional, en México basta y sobra que el Poder Legislativo expida una ley, y que el Ejecutivo la promulgue, en la cual se diga que éste o aquel sector de la actividad económica es considerado estratégico para que tenga que ser expropiado y por lo tanto gubernamentalizado, ya que en el artículo 25 se dice que los sectores estratégicos deben estar en las manos exclusivas del Estado, que para todo efecto práctico es el gobierno. Artículos 28 y 25.
Lo que tenemos en la Constitución es una clara amenaza en contra de la libertad individual para producir, ofrecer y vender, y en contra de la propiedad privada sobre los medios de producción, y una muestra, ¡muy clara!, de lo mucho que falta para tener en México una economía de mercado en el sentido institucional el término, en la cual los derechos de los agentes económicos estén plenamente reconocidos, puntualmente definidos y jurídicamente garantizados, en la cual el Estado de Derecho, que es el gobierno de las leyes justas, también se aplica en el ámbito de la economía.
La Constitución brinda la posibilidad para que el gobierno atente contra la libertad individual y la propiedad privada de los agentes económicos. Varios representantes de la 4T están a favor de ello. Solo tendrían que hacer valer la Constitución para lograrlo. La amenaza es real, y el problema es que en la medida en la que se atenta contra la libertad individual para producir, ofrecer y vender, y contra la propiedad privada de los medios de producción, se limitan las posibilidades para producir más bienes y servicios, para crear más empleos, para generar más ingresos, es decir, para lograr mayor bienestar. Esta es la gran lección que nos deja la historia económica reciente, desde la URSS de Stalin hasta la China de Mao, desde la Cuba de Castro hasta la Venezuela de Maduro. ¿Llegará a ser también el caso del México de AMLO?
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