PESOS Y CONTRAPESOS
En nuestro país el Banco de México es el banco central del Estado, autónomo frente al gobierno, lo cual quiere decir que la producción de dinero no se lleva a cabo en función de las necesidades de gasto del gobierno sino en función de la preservación del poder adquisitivo del dinero, del poder adquisitivo del trabajo de la gente (trabajo que se paga con dinero) y de su ahorro (ahorro que se realiza con dinero).
Si el Banco de México no fuera autónomo el gobierno, en concreto el Poder Ejecutivo Federal, podría obligarlo a producir dinero y dárselo para que lo gaste, lo cual aumentaría la demanda por bienes y servicios y, de no aumentar en la misma proporción y al mismo tiempo la oferta de bienes y servicios, el resultado sería el alza general de precios, es decir, la inflación: la pérdida en el poder adquisitivo del dinero, del trabajo y del ahorro, todo ello contrario al bienestar de la gente.
Que el Banco de México sea autónomo quiere decir, en primer lugar, que el gobierno no puede generar inflación, solamente ocasionar presiones inflacionarias, y, en segundo término, que el banco central o genera o permite la inflación. Para que el Banco de México cumpla con su tarea, que es procurar la estabilidad del poder adquisitivo de la moneda nacional, conviene que el gobierno no genere presiones inflacionarias, que el banco central tendría que contener para que no se conviertan en inflación, lo cual resulta difícil (la política monetaria no es cien por ciento eficaz) y provoca efectos indeseables (por ejemplo: presiones recesivas sobre la actividad económica).
¿De qué manera ocasiona el gobierno presiones inflacionarias? Ejemplo: creando inseguridad y desconfianza, que se traduce en la depreciación del peso frente al dólar, en el aumento en el precio del dólar en términos de pesos, en el aumento en el precio en pesos de las importaciones que se pagan con dólares, lo cual genera una presión inflacionaria que debe ser contenida por el banco central para que no se traduzca en inflación, es decir, en un aumento en el Índice de Precios al Consumidor, con el cual se mide la inflación. Otro ejemplo: decretando aumentos en los salarios mínimos superiores a los aumentos en la productividad y, por lo tanto, en los costos de producción de las empresas, mismos que los empresarios intentan compensar con aumentos en los precios, lo cual genera presiones inflacionarias que deben ser contenida por el banco central para que no se traduzcan en inflación.
Si el banco central es autónomo, como lo es en México, el gobierno no puede ocasionar inflación, pero sí crear presiones inflacionarias, que dificultan su tarea de procurar la estabilidad del poder adquisitivo de la moneda nacional. Y que el gobierno ocasione presiones inflacionarias quiere decir que algo está haciendo mal, que debe dejar de hacerlo, y enmendar lo mal hecho.
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