EL GOBIERNO Y LOS PRECIOS

PESOS Y CONTRAPESOS
Los precios son razones de cambio, tanto de X por tanto de Y, 15 pesos por
250 mililitros de café, por poner un ejemplo, y para que sean tales deben
determinarse por las partes que intervienen en el intercambio, los demandantes
por un lado, los oferentes por el otro. Solo si se cumple esta condición
los precios llevan a cabo una de sus principales funciones: racionar el
mercado, es decir, corregir cualquier situación de escasez (cantidad
demanda mayor que la ofrecida) o de sobreoferta (cantidad ofrecida mayor
que la demanda). Esta es una de las primeras lecciones que se les enseña a
los estudiantes de economía, lección que, si el economista se convierte en
político, puede ignorarse. La tentación de los políticos para manipular
precios estuvo, está y estará presente. El caso de AMLO no es la excepción.
Preocupante.
La muestra más reciente de la mentada tentación es la imposición de precios
de garantía al frijol, maíz, trigo, arroz y leche, precios de garantía que
el gobierno impone por arriba del precio de mercado, que es el precio de
equilibrio, al cual la cantidad demandada iguala la cantidad ofrecida, por
lo que no hay, ni escasez, ni sobreoferta, tal y como debe ser.
Los precios de garantía implican el otorgamiento de subsidios al productor.
Pongo el ejemplo del frijol. El precio de mercado de la tonelada
es de 10 mil pesos. El precio de garantía impuesto por el gobierno es de 14
mil 500 pesos, lo cual supone un subsidio de 4 mil 500 pesos, la diferencia
entre el precio garantizado por el gobierno y el precio de mercado, el que
pagan los consumidores, subsidio equivalente el 45 por ciento. Primera
consecuencia de los precios de garantía: subsidios.
Los precios de garantía, al garantizarle al productor un precio mayor que
el del mercado, y por lo tanto un mayor ingreso, incentivan la producción,
lo cual ocasiona sobreoferta, que se “resuelve” si el gobierno compra, al
precio de garantía, esos excedentes, lo cual distorsiona aún más el
mercado. Esta es la razón por la cual las compras de frijol (sigo con el
mismo ejemplo) al precio de garantía se verán limitadas a 15 toneladas por
productor (20 en el caso del maíz, 100 en el del trigo, 120 en el del
arroz).
Lo que está pasando con los precios de garantía impuestos por el gobierno
es una clara muestra del interés que los precios generan en quienes
gobiernan, interés que los lleva a manipularlos, manipulación de precios
que, por más buenas que sean las intenciones del manipulador, distorsionan
los mercados, distorsiones que, de no corregirse, y para corregirse debe
eliminarse el precio de garantía, conducen a más intervenciones del
gobierno en los mercados, todo ello en un círculo vicioso que no conduce a
nada bueno. Así lo demuestra la teoría económica y lo muestra la historia
económica. Y, sin embargo, ya tenemos, nuevamente, precios de garantía.
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