EL RETO

PESOS Y CONTRAPESOS
Muchos son los retos que enfrentamos los agentes económicos, tanto por el lado de la producción (empresas), como del consumo (familias), y muchos los que, en materia de economía, enfrenta el gobierno.




Cito del último Informe Trimestral del Banco de México: “Para alcanzar una recuperación expedita de la actividad económica al resolverse la contingencia sanitaria, y restaurar el bienestar de la población, evitando afectaciones de carácter más permanente, es necesario que la economía mexicana preserve fundamentos macroeconómicos sólidos y la estabilidad del sistema financiero, y que se adopten las acciones necesarias en el ámbito monetario y fiscal. No obstante, toda vez que la estabilidad macroeconómica, aunque necesaria, no es suficiente por sí sola para generar mayor crecimiento económico, también es preciso corregir los problemas estructurales e institucionales que han propiciado bajos niveles de inversión y que han impedido al país aumentar su productividad. La emergencia de salud no solo no debe distraer de estas tareas pendientes, sino que las hace más apremiantes. En particular, es indispensable encaminar políticas que fortalezcan el estado de derecho, que combatan la inseguridad, la corrupción y la impunidad, y que garanticen la certeza jurídica, el cumplimiento del marco legal y el respeto a los derechos de propiedad”.




En particular resulta imprescindible hacer valer el Estado de Derecho en el ámbito de la economía, empezando por reconocer plenamente, definir puntualmente y garantizar jurídicamente los derechos de los agentes económicos, que para los empresarios son el derecho a la libertad individual para producir, ofrecer y vender, y el derecho a la propiedad privada sobre los medios de producción necesarios para poder producir, ofrecer y vender bienes y servicios, Estado de Derecho que, en los tiempos de la 4T, ha degenerado en Estado de chueco, con arbitrariedades que han ido, nada más en este 2020, desde la cancelación de la construcción de la planta cervecera en Mexicali, hasta la intención de cancelar la generación de electricidad, de manera limpia, renovable y a menor costo, por parte de la iniciativa privada, todo lo cual es propio, no del Estado de Derecho, sino del Estado de chueco, uno de cuyos efectos es generar desconfianza entre los empresarios, lo cual se traduce en menos inversiones directas, que son las que producen bienes y servicios, variable con la que se mide el crecimiento de la economía, mismo que, desde el segundo trimestre de 2019, ha sido decrecimiento.
El principal reto que, en materia de economía, enfrenta el gobierno, es el de recobrar la confianza de los empresarios. ¿Qué se necesita? Hacer valer, en el ámbito de la economía, el Estado de Derecho. Este es El Reto, así, con mayúsculas.
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