ESTADO DE CHUECO

PESOS Y CONTRAPESOS
El Estado de Derecho, definido como el gobierno de las leyes justas, es condición necesaria del progreso económico, definido como la capacidad para producir más y mejores bienes y servicios para un mayor número de gente, siendo justas las leyes que reconocen plenamente, definen puntualmente y garantizan jurídicamente los derechos de las personas. Lo contrario del Estado de Derecho es el Estado de chueco, que en México se enchueca cada vez más.
Buen ejemplo del Estado de chueco lo tenemos, uno entre muchos, en la consulta popular que se realizó en Mexicali en marzo pasado para que el pueblo decidiera si debía de continuar o no la construcción de una planta cervecera que llevaba un avance del 60 por ciento, inversión directa destinada a producir un bien, a crear empleos, a generar ingresos, precisamente lo que se necesita para, más allá de las dádivas del gobierno, elevar el bienestar de la gente: empleos e ingresos. El resultado lo conocemos todos: el pueblo decidió que no, que no debía continuar la construcción de la planta cervecera, pese a que el mismo Gobierno Federal reconoció, en la convocatoria que emitió la Secretaria de Gobernación para la consulta popular, que esa inversión cumplía con todas las de la ley.
¿Qué efecto tiene, sobre la confianza de los empresarios, este tipo de consultas? Que se pierda. ¿Qué efecto tiene, sobre las inversiones directas, que se pierda la confianza de los empresarios? Que se caigan. ¿Qué efecto tiene, sobre la producción, el empleo y el ingreso, que se caigan las inversiones directas? Que decrezcan, precisamente lo que ha pasado, todo ello consecuencia del Estado de chueco, que es la antítesis del Estado de Derecho, del gobierno de las leyes justas, Estado de chueco que se enchueca cada vez más.
El World Justice Project ha publicado el Índice de Estado de Derecho 2020, que mide cómo están los países en esta materia tan importante. Entre 128 países considerados México ocupa el lugar 104 con una calificación de 4.4 sobre diez. Por rubros ésta es la posición y calificación. Límites al poder gubernamental: 89 y 4.6. Ausencia de corrupción: 121 y 2.7. Gobierno abierto: 36 y 6.0. Derechos fundamentales: 78 y 5.2. Orden y seguridad: 121 y 5.3. Cumplimiento regulatorio: 91 y 4.5. Justicia civil: 116 y 3.9. Justicia penal: 119 y 3.0.
El Estado de chueco que padecemos en el país es clara muestra del Estadio fallido, de un gobierno que no solo no es capaz de garantizar los derechos de los ciudadanos, sino que es él quien los amenaza y viola, comenzando por los derechos de los empresarios a la libertad individual para producir, ofrecer y vender, y a la propiedad privada sobre los medios de producción para poder producir, ofrecer y vender bienes y servicios.
A más Estado de chueco menos progreso económico. En estas estamos.
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