FALSOS ECOLOGISTAS

La preocupación por la contaminación, la desaparición de cientos de especies de animales y otras más en peligro de extinción, llevó a “intelectuales”, activistas y a partidos políticos, a presentarse como defensores del medio ambiente para lograr simpatías y votos.
Esos FALSOS ECOLOGISTAS no solo engañan, también sus recomendaciones y leyes que promovieron, aumentaron la contaminación, pero lograron captar los votos de ciudadanos de buena fe que los consideran defensores de la naturaleza y de los animales.
En el libro FALSOS ECOLOGISTAS demuestro que varias de las tesis que sustentan son falsas, confunden y van acompañadas de prejuicios ideológicos, que culpan de todos los males sociales a las empresas privadas y al progreso. Hacen sinónimo de contaminación al capitalismo y presentan como un sistema con menor contaminación al socialismo o capitalismo de Estado.
La contaminación existe antes de la aparición del capitalismo en Inglaterra. La niebla en Londres, causada en gran parte por la contaminación del aire, es anterior a la industrialización.
En el libro Falsos Ecologistas doy datos que demuestran que en algunos regímenes socialistas contaminan más que los capitalistas. Al comparar la contaminación en Alemania Occidental, con un régimen capitalista y la Oriental, con uno socialista, cuando estuvo dividida Alemania, hubo mayor contaminación en la socialista. Lo mismo se concluye al comparar las dos Coreas. La contaminación es mayor en Corea del Norte, socialista y con menor progreso que la del Sur, capitalista. Esas comparaciones las fundamento con cifras.
En México un partido político, el Verde Ecologista, que impulsó la ley que prohibió los animales en los circos, llevó a la muerte o al abandono al 77% de los que aparecían en ese sano espectáculo.
En el libro FALSOS ECOLOGISTAS, publicado por Amazon, desenmascaro a quienes con la bandera de la lucha contra la contaminación obtienen poder y dinero, promovieron leyes que dañaron la ecología y provocaron la muerte de cientos de animales. Dejo claro que en la miseria y el atraso muchas veces hay más contaminación que en el progreso.