GASTO DEL GOBIERNO, COSTO DE OPORTUNIDAD

PESOS Y CONTRAPESOS

Hace unos días, vía su cuenta de Facebook, AMLO proporcionó información en torno al Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) para el 2019, que se espera sume 5.6 millones de millones de pesos, es decir, mayor que los 5.3 billones de pesos del 2018, lo cual, de ser el caso, dará como resultado un aumento nominal del 5.7 por ciento y, suponiendo una inflación para el año entrante, de acuerdo con la última Encuesta sobre las Expectativas de los Especialistas en Economía del Sector Privado, del 3.8 por ciento, real del 1.9 puntos porcentuales. Al final de cuentas se mantendrá la tradición: aumento, en términos reales, del gasto gubernamental.




Y escribo que se mantendrá la tradición porque una constante en materia del PEF es que, en términos reales, ya descontada la inflación, el gasto gubernamental aumenta cada año, como si de un mayor gasto gubernamental dependiera un mayor progreso económico, la posibilidad de un mayor bienestar para las familias del país, progreso que depende de las inversiones directas de los empresarios, bienestar que depende del empleo, el ingreso y el poder adquisitivo del dinero. La pregunta entonces es, ¿de qué manera debe el gasto del gobierno contribuir a que los empresarios inviertan directamente más (produzcan más bienes y servicios, creen más empleos, generen más ingresos), inversiones directas de la que dependen la creación de empleos y la generación de ingresos, y a que el dinero, por lo menos, preserve su poder adquisitivo, para que con la misma cantidad de dinero, al paso del tiempo, se pueda comprar la misma cantidad de los mismos bienes y servicios?




No es este el momento de responder la pregunta (de entrada necesitaría más espacio del que dispongo para esta columna), sino de poner énfasis en la idea, defendida por todo gobernante, sin importar que sea de izquierda, centro o derecha, de que un mayor gasto del gobierno es condición necesaria para lograr un mayor progreso económico, para conseguir un mayor bienestar para las familias, momento de recordar que peso de más gasta el gobierno peso de menos que gastan los particulares, ya sean familias, ya sean empresas, lo cual debe llevarnos a preguntar, peso sobre peso, ¿quién gasta mejor: el gobierno por un lado, o las familias y las empresas por el otro?
¿A qué conclusión nos lleva la idea de que el progreso económico y el bienestar de las familias dependen del gasto gubernamental? ¿A la idea de que a más gasto del gobierno más progreso económico y más bienestar para las familias, razón por la cual hay que aumentar, sobre todo en términos reales, el gasto gubernamental, tal y como sucede año tras año, tal y como sucederá el año entrante?
La primera pregunta que debemos hacernos con relación al gasto del gobierno es por su costo de oportunidad en términos de los gastos que las familias y/o las empresas dejarán de realizar por cada peso de gasto que ejerza el gobierno, peso que el gobierno saca, de una u otra manera, del bolsillo de las empresas o de las familias.
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