GOBERNAR = REDISTRIBUIR

PESOS Y CONTRAPESOS

Gobernar hoy significa redistribuir el ingreso, quitarle a Pedro lo que, por ser producto de su trabajo, es propiedad de Pedro, para darle a Juan lo que, por no ser producto de su trabajo, no es de Juan. A esta práctica Federico Bastiat la llamó “expoliación legal”. Expoliación porque se le quita a Pedro lo que es suyo. Legal porque dicha práctica está avalada por leyes, momento de recordar que lo legal no necesariamente es igual a lo justo, lo cual quiere decir que hay leyes (¿la mayoría?) injustas.
¿Cuál es el punto de partida de la redistribución del ingreso? Le creencia de que las necesidades insatisfechas de Juan le dan derecho a una parte de los ingresos de Pedro, y que el gobierno tiene la obligación de hacer valer ese derecho, es decir, de satisfacer esas necesidades. ¿Cómo? Quitándole a Pedro lo que es de Pedro para darle a Juan lo que no es de Juan, redistribuyendo el ingreso desde Pedro hacia Juan, lo cual se hace cobrando impuestos con fines redistributivos (quitándole a Pedro para darle a Juan; no a todos se les cobra lo mismo) y ejerciendo el gasto social (dándole a Juan lo que se le quitó a Pedro; no a todos se les da lo mismo).




La mejor manera de comprobar que gobernar es sinónimo de redistribuir el ingreso es revisando los presupuestos de egresos de los gobiernos y ver cuánto de lo presupuestado se destina al gasto social, por medio del cual los gobiernos redistribuyen el ingreso. Para 2019, según el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación, el gasto social será el 56.9 por ciento del gasto total, y tendrá un aumento, en términos reales, ya descontada la inflación, del 6.0 por ciento. Estamos hablando de 3.3 billones de pesos.
Lo anterior, ¿es el resultado de tener, con AMLO en la presidencia, un gobierno de izquierda? No, de ninguna manera. Lo que he dicho es que gobernar es sinónimo de redistribuir, no que redistribuir es sinónimo de gobiernos de izquierda. En México, tanto los gobiernos del PRI, como los del PAN, redistribuyeron con singular alegría. En eso no se diferencian, esencialmente, de la propuesta presupuestaria de AMLO para el 2019. En 2006, último año del sexenio de Fox, el gasto social fue el 53.2 por ciento del gasto total de la Federación. En 2012, último del gobierno de Calderón, fue el 50.2. En 2018, último de la administración de Peña, fue del 45.0. Hoy gobernar es sinónimo de redistribuir el ingreso.




Dicho lo anterior la pregunta es: ¿las necesidades insatisfechas de Juan le dan derecho a una parte del ingreso de Pedro, de tal manera que Pedro tiene la obligación legal de entregarle a Juan parte de su ingreso, obligación legal que cumple gracias a la intermediación del gobierno, quien le cobra impuestos con fines redistributivos, todo ello en nombre de la igualdad, el bien común, la justicia social, y demás entelequias por el estilo?
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