IED, PREOCUPANTE

PESOS Y CONTRAPESOS

La IED es la Inversión Extranjera Directa, capitales que se originaron en otros países y que, afortunadamente, se invierten en México. Y escribo afortunadamente porque, al tratarse de inversión directa, se destina a la producción de bienes y servicios, y a lo que la misma trae consigo: creación de empleos y generación de ingresos. Ya tenemos los datos preliminares del comportamiento de la IED para el primer semestre del año.
Entre enero y junio se captaron, según información de la Secretaría de Economía, 18,102.4 millones de IED, 1.5 por ciento más que durante el primer semestre del 2018, lo cual, sin duda alguna, es una buena noticia: aumenta el flujo de IED hacia México. Sin embargo, no todo son buenas noticias con relación al comportamiento de la IED, porque, si bien es cierto que crece, lo hace cada vez menos.




Durante el primer semestre de 2016 la IED creció 34.5 por ciento. En 2017 9.9, menos. En 2018 4.7, menos. En 2019 1.5 por ciento, nuevamente menos. De mantenerse la tendencia no falta mucho para que los flujos de IED decrezcan, con el efecto que ello tendría sobre la producción, el empleo y el ingreso y, dado que el crecimiento de la economía se mide por el comportamiento de la producción, también sobre el crecimiento de la misma.
Otro dato interesante es el siguiente. En el primer semestre de 2017 el flujo de IED de mexicanos hacia el exterior sumó 2,306 millones de dólares. En 2018 alcanzó 3,621 millones, 57 por ciento más. En 2019 el flujo de IED de mexicanos hacia otros países sumó 5,961 millones de dólares, lo cual dio como resultado un incremento del 64.6 por ciento. Mientras que el crecimiento de la IED de extranjeros hacia México es cada vez menor, el aumento de la IED de mexicanos hacia otros países es cada vez mayor. Bien por esos otros países, mal por México.
¿Cuál es el resultado si consideramos lo sucedido, no durante el primer semestre del año, sino a lo largo del segundo trimestre? Entre abril y junio del 2018 se captaron 6,727 millones de dólares de IED. Un año después, durante el segundo trimestre de 2019, 5,703 millones, 15.2 por ciento menos. A lo largo del primer trimestre de 2019 el flujo de IED sumó 12,399 millones de dólares. Un trimestre después, entre abril y junio pasados, la suma fue los ya mencionados 5,703 millones, lo cual dio como resultado una reducción del 54 por ciento.
Nada bueno va a resultar del comportamiento de la IED. Urge revertir la tendencia.




Para terminar. Hay quienes cuestionan a la IED por tratarse de capitales extranjeros. A ellos hay que hacerles ver que lo que importa es dónde se invierten los capitales, no dónde se se originan, y que si se invierten en México es un punto a nuestro favor. Y eso, puntos a nuestro favor, es lo que debemos sumar.
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