LA REFORMA POLÍTICA DE LA CIUDAD DE MÉXICO

margarito
Ricardo Homs

Grandes cambios históricos para el futuro de la Ciudad de México se están llevando a cabo  y sin embargo no se ha sabido involucrar a la ciudadanía para que participe.
El ciudadano lo ve simplemente como un cambio de nombre y ya. Dejó de ser Distrito Federal y ahora se llama Ciudad de México, así de simple.
Sin embargo muchas decisiones que involucran el tema ecológico y calidad del aire, la movilidad urbana, políticas de uso de suelo, decisiones compartidas con otras entidades federativas que conforman la metrópoli y otras más, se deben derivar  de este proceso. Sin embargo, todo parece manejarse en la opacidad y deja como sabor de boca que detrás de ésto hay un trasfondo de intereses económicos que vendrán con el cambio de estatus jurídico, además de negociaciones de poder por parte de los partidos.
Muchas suspicacias deja la forma opaca en que se está comunicando este proceso.
Si la gente medianamente informada no tiene idea, podemos pensar que menos aún el ciudadano común, a quien por tanto, poco le interesa el tema.
Además, la Ciudad de México es una megalópolis que tiene conurbados municipios de varios estados, principalmente del todopoderoso Estado de México, lo cual implica decisiones consensuadas que para concretarse deben llevar detrás grandes negociaciones políticas.
¿Cuál es el proyecto de ciudad que queremos heredar a las nuevas generaciones?.
Grandes decisiones se deben tomar. ¿Será conveniente continuar con la expansión de esta metrópoli de forma horizontal como ha sucedido hasta hoy?.
De lo que estamos seguros es que esta metrópoli crece siguiendo el modelo norteamericano horizontal. Vemos que un importante porcentaje de la población de escasos recursos sigue teniendo la opción de formar su patrimonio con casas de uno o dos pisos, porque es la oferta que los desarrolladores de vivienda económica ofrecen. Sin embargo esto trae graves problemas de movilidad, donde el automóvil, -aunque sea una carcacha-, se convierte en una gran necesidad, pues el transporte público es insuficiente, de baja calidad e inseguro.
En el modelo norteamericano el crecimiento urbano horizontal funciona porque los autos son de precio accesible en relación con salarios y poder adquisitivo y por ello el parque vehicular generalmente es muy nuevo y contamina menos.
Sin embargo, en México el transporte privado y público se vuelve caótico. Se conforma de unidades de transporte cacharrizadas, tanto para pasajeros  como de carga, además de autos particulares que no tienen mantenimiento. Por ello contaminan.
Si ésta fuese una ciudad vertical (con todos los inconvenientes del hacinamiento derivado de la alta densidad poblacional) los problemas de movilidad disminuirían drásticamente, como hace tiempo sugería en una entrevista radiofónica Gabriel Quadri.
Sin embargo, ésta debiese ser una política pública de desarrollo urbano que debe ser analizada en busca de la mejor alternativa, entre tantas otras decisiones por tomar
La reforma política es mucho más que un cambio de nombre para esta ciudad y eso sí lo saben quiénes participan de este proyecto.
En esta ciudad tan compleja, donde el ciudadano común participa poco  de política y movimientos sociales por la falta de tiempo. El transporte desde su hogar hasta su centro de trabajo  le consume el poco tiempo que le dejan sus actividades laborales o comerciales. Esto genera espacios de oportunidad para que el activismo político y social se vuelva coto y propiedad de vivales que manipulan las necesidades básicas de los segmentos vulnerables. Por ello la invasión de predios que se fraccionan en zonas alejadas y no urbanizadas así como el otorgamiento de permisos para actividades comerciales y hasta “protección”, se han convertido en fuente de negocio y poder político de algunos, que lo utilizan para negociar y extorsionar a autoridades manipulando marchas y plantones, con asistencia obligatoria y coaccionada.
Todos estos intereses pueden estar aderezando el sigilo con que se está instrumentando el cambio de estatus jurídico de la Ciudad de México.
Es muy importante seguir de cerca esta reforma, como para que la ciudadanía no esté enterada.
E-mail: ricardo.homs@usa.net