LAS EXPECTATIVAS

PESOS Y CONTRAPESOS

Mes tras mes el Banco de México levanta y publica la Encuesta sobre las Expectativas de los Especialistas en Economía del Sector Privado. Ya tenemos los resultados de la encuesta de noviembre, que se levantó entre 39 grupos de análisis y consultoría económica del sector privado, tanto nacional como extranjero. Centro la atención en dos variables, el comportamiento del Producto Interno Bruto, con el cual se mide el crecimiento de la economía, y por lo tanto su dinamismo, y la inflación, con la cual se mide el comportamiento del poder adquisitivo del dinero, y por lo tanto su estabilidad. Considero, para el análisis, la media de las respuestas recibidas.
Lo primero que llama la atención es el deterioro en la expectativa de crecimiento económico para 2019, que en noviembre del año pasado era del 2.13 por ciento y que en noviembre pasado resultó del 0.04 (con un máximo de 0.30 y un mínimo de menos 0.10). El mismo deterioro observamos en la expectativa de crecimiento para el 2020, que en noviembre del año pasado fue del 2.12 por ciento y que en noviembre pasado resultó del 1.08 (con un máximo de 2.20 y un mínimo de menos 0.50).




Lo segundo que llama la atención es la mejora en la expectativa de inflación para 2019, que en noviembre del año pasado era de 3.92 por ciento y que en noviembre pasado resultó del 2.93 (con un máximo de 3.15 y un mínimo de 2.70). La misma mejora observamos en la expectativa de inflación para el 2020, que en noviembre del año pasado fue del 3.70 por ciento y que en noviembre pasado resultó del 3.45 (con un máximo de 4.02 y un mínimo de 3.00).
Lo bueno para el 2020: se espera un mayor crecimiento (1.08 por ciento) en comparación con 2019 (0.04 por ciento). Lo malo: ese crecimiento (1.08 por ciento) será mediocre. Lo preocupante: el crecimiento promedio anual esperado para los próximos 10 años (2020 – 2030) es del 2.10 por ciento (con un máximo de 3.50 y un mínimo de 1.50), por debajo del que se logró en la era neoliberal, y que fue del 2.30 por ciento.
Lo malo para el 2020: se espera una mayor inflación (3.45 por ciento) en comparación con 2019 (2.93 por ciento). Lo bueno: esa inflación esperada (3.45 por ciento) estará dentro de los márgenes de la meta de inflación del Banco de México, que es del tres por ciento más menos un punto porcentual de margen de error. Lo preocupante: que el Banco de México tenga metas de inflación, es decir, que vea como aceptable la pérdida en el poder adquisitivo de nuestro dinero.




Todo lo anterior según las expectativas de los economistas, que somos eso, economistas, no adivinos, y la mejor prueba de ello es que mes tras mes las expectativas cambian, muestra de nuestra falibilidad a la hora de predecir el futuro.
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