LEGALIZACIÓN DE LA MARIGUANA Y SUS MITOS

margarito
Ricardo Homs

El argumento simplista es que la legalización de la mariguana acabaría con la violencia en nuestro  país, pues muchos delincuentes al acabárseles el negocio de lo prohibido se irían a su casa a dedicarse a otra cosa. Sin embargo, no hay nada más alejado de la realidad.
Los cárteles de hoy día se han diversificado y han encontrado negocios insospechados agrediendo a la ciudadanía con delitos como secuestro y extorsión. La legalización de algunos modos de consumo regulado de la mariguana hoy es un problema totalmente ajeno al de la violencia criminal y los delitos violentos.
Otros piensan que manteniendo la prohibición se puede combatir mejor la delincuencia y aumentando el esfuerzo policiaco se podrá resolver el problema algún día. Sin embargo, tampoco es la solución pues la prohibición aumenta el atractivo sicológico y la rentabilidad de los negocios.
Los problemas de hoy se han vuelto complejos y las soluciones simplistas no operan.
Sin embargo, después de conocer la tradicional actitud reprobatoria del gobierno federal, -principalmente del presidente Peña Nieto-, quien insistía en mantener la prohibición y castigar con cárcel a consumidores, -fuese el motivo que fuese-, llama la  atención el nuevo enfoque gubernamental manifestado por nuestro presidente en su discurso ante la ONU, donde con gran visión replanteó que manifestarse a favor de la legalización de algunos modos de consumo, no significa aprobarlo de modo absoluto, sino enfrentarlo como un problema de salud pública en lugar de criminalizarlo  y reprimirlo desde el ámbito policiaco, para lo cual recordó a la comunidad internacional el alto costo en vidas humanas que ha pagado México dentro de la estrategia de combaste frontal al narcotráfico.
Con toda seguridad éste enfoque presentado por el gobierno mexicano ante la comunidad internacional, puede ser más efectivo para disminuir su consumo lúdico y recreativo. Realizar campañas como las que se han realizado contra el tabaquismo, alcoholismo y la obesidad, -a lo largo del tiempo-, logran concientizar respecto de los riesgos, lo cual es el primer paso para frenar el consumo.
Muchos estudios de sicología social han analizado la relación entre la concientización respecto de un tema y su impacto final en la conducta.
Sin embargo, hoy el nivel de incongruencia es tal que la gente, -aún estando consciente de los riesgos y daños-,  busca justificaciones para seguir haciendo lo que desea.
Los fumadores de tabaco, -casi en su totalidad-, hoy están conscientes de los graves problemas de salud que este hábito les provoca, y sin embargo, un alto porcentaje de la población continúa fumando. Esto debemos entenderlo como un contexto que se inserta dentro del marco de libertad que debe prevalecer en la sociedad contemporánea, por el cual cada persona es responsable de sí misma y de sus actos y el estado a su vez es responsable de alertarle de los riesgos y darle la información necesaria.
Definitivamente, el camino de la persuasión como eje de las campañas a favor de la salud pública tarde que temprano termina impactando el inconsciente colectivo para lograr desestimular el consumo de productos nocivos para la salud, como lo es la mariguana para fines recreativos.
Seguramente en el futuro, -siguiendo esta estrategia-, veremos que puede regularse y frenar su consumo, pero con menor costo social en vidas humanas.
E-mail: ricardo.homs@usa.net