LIBERTAD Y PROPIEDAD, ¿CÓMO ANDAMOS?

PESOS Y CONTRAPESOS

Según el tercer párrafo del artículo 25 constitucional, el gobierno debe planear, conducir, coordinar y orientar la actividad económica nacional, lo cual solamente se logra si planea, conduce, coordina y orienta las actividades de los agentes económicos, para lo cual tiene que limitar (en el mejor de los casos) o eliminar (en el peor) la libertad para producir, ofrecer y vender, para demandar, comprar y consumir. Lo que se dice en el artículo 25 constitucional es una amenaza contra la libertad de los agentes económicos.
Según el párrafo cuarto del artículo 28 de la Constitución, basta y sobra que el Congreso de la Unión expida una ley, en la cual se diga que éste o aquel sector de la actividad económica, sobre todo por el lado de la producción, oferta y venta, es considerado estratégico, para que el mismo tenga que ser expropiado y gubernamentalizado, ya que, según la misma Constitución, los sectores estratégicos de la economía deben estar en las manos exclusivas del Estado, que para todo efecto práctico es el gobierno en turno. Lo dicho en el artículo 28 constitucional es una amenaza contra la propiedad de los agentes económicos.




Gracias al capítulo económico de la Constitución, artículos 25 al 28, básicamente, con algo del 5 y mucho del 123, la libertad individual y la propiedad privada de los agentes económicos en México no está, ni plenamente reconocida, ni puntualmente definida, ni jurídicamente garantizada, lo cual le resta competitividad a la economía, definida como la capacidad para atraer, retener y multiplicar inversiones directas, que son las que producen bienes y servicios, crean empleos y les permite, a quienes obtienen es nuevos puestos de trabajo, generar ingresos.
Según el índice de Libertad Económica 2019, de la Fundación Heritage, México ocupa, entre 180 naciones, el lugar 66, con una calificación de 6.5 sobre 10. En una palabra: mediocridad.
Según el Índice Internacional de Derechos de Propiedad 2018, de la Alianza Internacional por los Derechos de Propiedad, la posición de México entre 125 países es la 72, y la calificación, sobre 10, es 5.2. Con una palabra: mediocridad.




Según el Índice Internacional de Competitividad 2017 – 2018, del Foro Económico Mundial, México ocupa, entre 137 países, el lugar 46, con una calificación de 6.5 sobre 10. En una palabra: mediocridad.
Por último, según el Índice de Estado de Derecho, del Proyecto Mundial por la Justicia, el lugar de México entre 113 naciones es el 92, con una calificación, nuevamente sobre 10, de 4.5. En una palabra: mal.
Ya se ve que, en materia de libertad y propiedad, y por lo tanto de competitividad y Estado de Derecho, las cosas en México dejan mucho que desear, y las amenazas en su contra, por todo lo que hace posible la Constitución, y por lo que podría hacer AMLO, están presentes.
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