Malos vientos para el frente amplio democrático

Hace unos días se registró de manera oficial el “Frente Amplio Democrático” que por definición propia es una forma de organización política prevista en la ley de partidos políticos, algo así como la antesala a una coalición pues, en teoría, un “frente” no tiene fines electorales, aunque sí políticos. 

Así, el PAN, PRD y MC se perfilan para ir de la mano al 2018 tras los coqueteos sostenidos en el Estado de México apenas este año, donde los resultados obtenidos condicionaron tajantemente la consolidación de esta “alianza” pues el debilitamiento del PRI en su Estado insignia y el fortalecimiento de Morena – Aunque sigue siendo solo dentro del Área Metropolitana – son bemoles importantes para empezar a hacer predicciones de cara al compromiso democrático siguiente, que es el importante.

De tal modo, a lo largo de los días he tenido la oportunidad de leer todo tipo de opiniones al respecto, desde las que enarbolan la bandera de la cooperación hasta quienes ven este acto como la consolidación de una nueva “mafia” (Ustedes saben de quien hablo ¿eh?). En lo personal, he de reconocer como principio democrático la apreciación de virtudes contrarias y de defectos propios, así como la virtud de unificar proyectos que puedan incluir lo mejor de dos y mitigar lo peor de esos mismos dos sin olvidar que este tipo de simbiosis trae consigo el poder captar los vicios del contrario; Es un arma de doble filo, enteramente, o por lo menos así parecen indicarnos sus 3 premisas “base”:
– La corrupción no es cultural
– La desigualdad no es natural
– La violencia no es inevitable
Y bueno, podría escribir una serie de 675 artículos tratando de explicar el por qué la desigualdad y la corrupción, desde la postura expresada, están mal enfocadas (¡Obvio que la desigualdad es natural! ¡Se pasan todo el Kínder diciéndonos que nadie es igual a nosotros! ¡Hay cancioneros enteros que nos lo enseñan desde la más tierna infancia! Y ya de ahí parte la diferencia en resultados, circunstancias, etc… ¡Y que ni se les ocurra decir que la redistribución del ingreso es la cura! Aunque ya me lo veo venir, con mucho pesar…) pero no, no quiero hacer conjeturas tan pronto; Necesito ver, tocar oler y razonar – o tratar de – sus propuestas, proyectos, candidatos y miras a futuro para poder, ahora sí y hasta entonces, el apreciar cuantos vicios y virtudes carga, verdaderamente, este “Frente Amplio” de 3 partidos.
Ahora, si entramos en el turbio terreno de las especulaciones y los sinsentidos, he de decir, en lo más enteramente personal, que el PAN podría poner al candidato Presidencial y el PRD al de la CDMX con el fin de presentar una firme oposición – posiblemente la más firme de todas – a Morena, cuya campaña eterna, nos guste o no, siempre va a tener el protagonismo así pierda estrepitosamente en la única encuesta que vale: La de las actas y boletas. 
A todo esto uno podría decir que ya han sepultado al PRI, pero uno nunca descarta al diablo, porque más sabe el diablo por viejo que por diablo.
Los actores están tomando posiciones, de eso no cabe duda. Ya me dedicaré a analizar puntualmente a cada uno desde el punto más objetivo e informado que me sea posible, se los prometo.