MERCADO, ECONOMÍA DE MERCADO (Segunda de cinco partes)

PESOS Y CONTRAPESOS
El mercado es la relación de intercambio entre compradores y vendedores, cuyo resultado es un bien común, ya que cada uno valora más lo que recibe que lo que da a cambio. Gracias al intercambio las partes involucradas elevan su bienestar, por lo que limitarlo o prohibirlo lo reduce, siendo éticamente injusto y económicamente ineficaz.
Éticamente injusto porque las conductas que deben limitarse y prohibirse son las que violan derechos de terceros, algo que no sucede con el intercambio. Si Pedro y Juan intercambian vino por pan, ¿qué derechos violan? Ninguno. Al contrario: al prohibirles que intercambien se violan sus derechos a la libertad individual, para INTERCAMBIAR lo que es suyo, y a la propiedad privada, para intercambiar LO QUE ES SUYO.
Económicamente ineficaz porque al limitarse o prohibirse el intercambio, es decir: el mercado, se impide que la gente eleve su bienestar, y todo lo que tiene ese efecto es económicamente ineficaz. Si a Pedro y a Juan se les prohíbe intercambiar vino por pan, tanto Pedro como Juan tendrán que producir vino y pan, lo cual, si Pedro es mejor productor de vino que Juan (razón por la cual produce vino), y Juan es mejor productor de pan que Pedro (motivo por el cual produce pan), resulta económicamente ineficaz. Lo eficaz, desde el punto de vista económico, es que Pedro produzca solo vino, Juan solo pan, y que intercambien vino por pan (principio de la ventajas comparativas de David Ricardo).
Los principios que rigen el intercambio son los mismos, ya se trate de personas de la misma nacionalidad (comercio intranacional), ya de personas de nacionalidad distinta (comercio internacional), por lo que permitir el primero y prohibir el segundo no tiene sentido.
Si dos mexicanos intercambian lo hacen porque pretenden estar mejor después de hacerlo, lo cual no tiene nada de malo. Si un mexicano y un extranjero intercambian lo hacen porque, al igual que en el caso anterior, pretenden mejorar al hacerlo, lo cual no tiene nada de malo. Sin embargo, gobiernos que por lo general permiten lo primero (comercio intranacional), limitan o prohíben lo segundo (comercio internacional), lo cual, como ya lo expliqué, es éticamente injusto, económicamente ineficaz, e ilógico.
Muchos critican al mercado, consecuencia, o de la mala fe contra la libertad individual y la propiedad privada, sin las cuales no hay intercambio, o de la ignorancia de lo que el mercado es: una relación, éticamente justa y económicamente eficaz, de cooperación entre compradores y vendedores, cuyo resultado es un bien común, pese a que cada uno actúa en función de su propio interés: satisfacer sus necesidades, y con intereses encontrados: el oferente vender al mayor precio posible, el demandante comprar al menor.
Continuará.
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