MERCADOFÓBICOS

PESOS Y CONTRAPESOS
Hay quienes ven al mercado como la causa de varios males, desde la pobreza inaceptable hasta la riqueza insultante, creyendo erróneamente que la segunda es la causa de la primera, que los pobres son pobres porque los ricos son ricos, y que la culpa la tiene el mercado. Por ello proponen su desaparición. ¿Qué pasaría si desapareciera el mercado? ¿Mejoraríamos o empeoraríamos? Para responder hay que contestar tres preguntas: ¿qué es el mercado?, ¿cuál es su origen?, ¿cuáles son sus resultados?
¿Qué es el mercado? La relación de intercambio entre compradores y vendedores. Que por extensión, al lugar donde se lleva a cabo esa relación le llamemos mercado, resulta lógico, pero lo que define al mercado no es el lugar donde se lleva a cabo el intercambio sino el intercambio que se lleva a cabo en ese lugar.
¿Cuál es el origen de las relaciones de intercambio? La división del trabajo: A produce vino, que quita la sed, y B produce trigo, que quita el hambre. Para que A no muera de hambre, y B no muera de sed, A debe intercambiar vino por trigo, y B debe intercambiar trigo por vino. Esa relación de intercambio es el mercado.
¿Cuál es la ventaja de la división del trabajo? El aumento en la productividad del trabajo y en la producción de satisfactores, temas que trata Adam Smith en los capítulos 1, 2, 3 del libro primero de La Riqueza de las Naciones (1776). Si A se dedica nada más a producir vino, y B nada más a producir trigo, dado que la práctica hace al maestro, cada uno se volverá más productivo en su trabajo, capaz de producir más, lo cual beneficia a ambos: habrá mas vino y más trigo para intercambiar. Eso es economía.
¿Cuál es el resultado de las relaciones de intercambio? Un bien común: bien porque ambas partes GANAN; común porque AMBAS partes ganan; porque cada una valora más lo que recibe que lo da a cambio. Si no fuera así no se entendería por qué intercambian. El intercambio es siempre un juego de suma positiva, todos ganan. Esa relación de intercambio es el mercado.
¿Qué pasaría si desapareciera el mercado? Desparecería la división del trabajo y aparecería la autarquía: cada quien tendría que producir todos los satisfactores que necesita para satisfacer sus necesidades, razón por la cual el bienestar se reduciría considerablemente. Desaparecerían los intercambios, razón por la cual desaparecería el bien común que el intercambio hace posible. ¿Desaparecemos el mercado?
Si el mercado es malo, si hace daño, si es reprobable, ¿por qué seguimos recurriendo a él? ¿Por qué seguimos intercambiando? Muy sencillo: porque el mercado no es malo y su origen, la división del trabajo, es superior a la autarquía, y su resultado, un bien común, es mejor que un bien individual.
¡Cuidado con los mercadofóbicos!
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