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| Josué Segura |
Tenía ya un poco de tiempo en el que no hablaba de López Obrador, debo ser sincero y confesar que quería dejar pasar tiempo para juntar algunas de sus “grandes y sucias hazañas” acerca de lo que él y su izquierda alevosa y ventajosamente hacen, para poder así, evidenciarlos ante sus fieles seguidores. Y vaya que en pocos meses como se han dado a notar.
Es increíble como AMLO se aferra a dar una cara al país que no es la suya y “esa cara” a la que me refiero es la del engaño, esa de “yo no rompo ni un plato”, también la del odio y no se nos olvide la de esa supuesta austeridad, esa verdadera cara del populismo. Cree que todos los ciudadanos nos creemos el cuento de que vive al día y que es así desde el 2005 hasta noviembre del año pasado, en que asumió la presidencia de Morena, ¿por qué será que le da miedo explicar públicamente de qué vivió durante diez años, en los que supuestamente no tuvo ingresos?
Pero no señores, López Obrador no es diferente, no es lo que México necesita, ni mucho menos el cambio verdadero, con sus mentiras no sólo en su declaración de la Ley 3 de 3, sino en sus incongruencias diarias, nos muestra que es igual a los demás políticos o peor, ya que acusa a otros de ser corruptos, mafiosos y deshonestos (y ojo no defiendo a esa clase política porque es cierto que sean así), pero él ni siquiera puede justificar sus ingresos.
En fin, que tampoco se nos olvide cuando “The Wall Street Journal”, ventaneó mundialmente lo que ya sabíamos, que Obrador oculta sus ingresos, sí, esos dos departamentos que tenía bien escondidos, ahora dice que no son de él, pero por favor ¡Sí que son de él! ¡Basta de más mentiras!
Para AMLO el único problema que tiene México es la corrupción, no la pobreza, o la inseguridad, ni mucho menos las injusticias de los impuestos y peor tantito, el colmo de los colmos, se cree ese mesías indicado para acabar con la corrupción. Pero será que alguien le pueda preguntar, de mínimo, si la combatió a fondo como Jefe de Gobierno del DF o habrá que recordarle el “Caso Bejarano” o cuando puso al frente de las finanzas de la ciudad a Gustavo Ponce (preso en La Palma, al ser descubiertos sus traspasos millonarios, en dólares, hacia cuentas en Estados Unidos), ni se diga cómo dejó al DF, lo puso como la entidad más corrupta del país, de acuerdo con Transparencia Mexicana (INCBG, 2005-06).
Basta analizar uno de sus tweets para ver en verdad quién es AMLO y cito: “En vez de acabar con la corrupción y combatir la pobreza mandan mil soldados a Irapuato para enfrentar a los que roban trenes por necesidad”, o sea que para él, el robo y la necesidad de los delincuentes por apoderarse de lo que no les pertenece, justifica el crimen ¡Vaya lógica!
Lo grave es que no sólo Obrador es autor de estas barbaries, su partido político, Morena, ha aprendido a la perfección, basta saber que con recursos que recibe del erario, este partido en la capital, compró vajillas con valor desde 80 hasta dos mil 533 pesos por pieza. Lo que yo aún no comprendo es cómo sus seguidores le siguen aún desenmascarándolos con estos hechos ¿Que no se dicen ser el partido y la izquierda austera?
Y podríamos seguir enumerando, Bruno Bichir, primo hermano de Martí Batres, otro de los actores que impulsó Morena para formar parte de la Asamblea Constituyente ya no asiste a sesiones ya que desde la tercera sesión solicitó licencia por 15 días, por lo que Jaime López, secretario de Diversidad Sexual del partido, tomó su lugar; junto a él, le acompaña en el ausentismo, por tercera ocasión, Damián Alcázar, cabe señalar, no ha explicado el porqué de sus inasistencias.
¿Será que los actores de Morena, Morena y AMLO se toman nada en serio y todo a juego?
Por último, concuerdo con lo que el presidente del Senado, Pablo Escudero Morales, recomendó a Andrés Manuel, “que se ponga a estudiar, ya que sus declaraciones evidencian un claro desconocimiento de las reformas constitucionales y de las leyes secundarias en materia anticorrupción, en su concepción, contenido e implementación, a López Obrador nunca le ha gustado estudiar, no le gusta informarse y tiene la cerrada convicción de creer que la corrupción desparecerá con su supuesta llegada a la Presidencia”.
Con esto y muchos hechos más, nos debe ser imperante cerrar puertas en México y el mundo al populismo, con lo que nos respecta, desenmascarar a Obrador y a la izquierda que sólo ofrecen soluciones fáciles a problemas tan complejos, que terminarán al final del día en desastre económico o en limitación y pérdida de libertades individuales para todos los ciudadanos.
“Josué Segura, miembro fundador de México Libertario, estudiante de Derecho en la UNAM, colaborador en publicaciones, crítico político liberal.”
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