PAPELES DE PANAMÁ Y LA REPUTACIÓN DE LOS POLÍTICOS

margarito
Ricardo Homs

Este caso denominado “papeles de Panamá” muestra que las nuevas reglas en este mundo globalizado definen que la ética no tiene fronteras.  En todo el mundo hay intentos de corrupción, pero la gran  diferencia está en entender que en los países del primer mundo, ésto si tiene consecuencias.
Para entender la magnitud de este asunto, es necesario clarificar que este escándalo denominado “Papeles de Panamá” se centra en el uso de una práctica común entre los multimillonarios, que es la creación de “empresas fantasma” para esconder el dinero en otros países, o sea las famosas “offshore”, cuyo objetivo primordial es ocultar un capital para evadir impuestos.
Por ello, en esta operación financiera orquestada por la firma de consultoría creada por Jurgen Mossack y Ramón Fonseca Mora y ubicada en Panamá, el que 12 jefes y ex jefes de estado, tales como Vladimir Putin, presidente de Rusia, el primer ministro de Islandia Sigmundur Davíð Gunnlaugsson, el presidente de Argentina Mauricio Macri , el presidente de Ucrania Petró Poroshenko, el primer ministro de Inglaterra David Cameron, la hermana del rey Juan Carlos I y tía del rey  Felipe VI, de España, la Infanta Pilar de Borbón y la familia del primer ministro pakistaní Nawaz Sharif, por mencionar algunos, hayan evadido sus obligaciones fiscales con sus propios países, les elimina de tajo la autoridad moral para exigir a los ciudadanos de sus propios países que paguen sus impuestos.
¿Cómo un evasor puede exigir una responsabilidad ciudadana que ellos no cumplen?.
140 altos dirigentes políticos y personalidades públicas de 50 países diferentes han practicado esta estrategia de evasión fiscal, lo cual impacta directamente su reputación y honorabilidad.
Sin embargo, este escándalo da una alerta a todos los políticos y grandes empresarios del mundo de que la tecnología hace visible y transparente todo y para mantener limpia su reputación es necesario actuar con ética.
Este modelo de inversión fundado en el secreto bancario, también ha permitido que grandes cárteles, grupos terroristas y delincuentes millonarios oculten fortunas hechas sobre la base de acciones delictivas.
Por supuesto que muchos mexicanos también han participado de este negocio financiero administrado por el despacho Mossack Fonseca y lo primero que se descubrió es que dos grandes empresarios de nuestro país, que enfrentan acusaciones por manejos financieros extraños, ya han salido a la luz pública, más los que faltan por darse a conocer.
Es un escándalo que aún no ha llegado a sus últimas consecuencias, de las cuales la primera fue la inmediata renuncia del primer ministro de Islandia Sigmundur Davíð Gunnlaugsson, sin que hubiese juicio de por medio.  Seguramente pronto empezaremos a ver renuncias de grandes políticos, pero siempre en otros países.
Nos debe quedar claro que la corrupción, -como la que pone en evidencia este escándalo “Panamá Papers”-, se practica en todo el mundo y no sólo en México. Sin embargo, en la mayoría de los países los actos delictivos en que participan funcionarios públicos y gobernantes tienen consecuencias porque hay autoridades que se encargan de aplicar la ley con justicia. El sistema gubernamental de otros países establece ley de responsabilidades que se aplican sin distinción y sin hacer excepciones con la clase política privilegiada.
En cambio en México, ni aún con todas las evidencias,  -y tratándose de grandes fortunas-, con cinismo las autoridades mexicanas voltean para otro lado cuando se trata de la clase política, -principalmente cuando pertenecen a la elite con poder-,  y en contraste se ensañan con el ciudadano común. Esa es la gran diferencia.
La corrupción es la misma, pero la impunidad que prevalece en México cuando se trata de políticos, establece la gran diferencia.
Pareciera ser que entre la clase política hay un pacto que dice “hoy por ti y mañana por mí” y por ello se protegen entre sí. Se critican y denuncian pero más allá del show mediático, nunca se hacen daño.
¿Hasta cuándo?.
E-mail: ricardo.homs@usa.net