PRECIO DEL PETRÓLEO

PESOS Y CONTRAPESOS
El lunes 6 de enero el precio del barril de petróleo mexicano de exportación fue 59.35 dólares, el más elevado en lo que va del año. El pasado martes 17 de marzo fue 18.78 dólares. El precio cayó 40.57 dólares, 68.4 por ciento.
La baja en el precio del petróleo tiene consecuencias, para Pemex, y para las finanzas gubernamentales. En ambos casos deben tomarse las decisiones correctas.
En el caso de Pemex la decisión correcta es cerrar la empresa, no, como pretende AMLO, aumentar la producción, lo cual, dado que el costo de producción crece a tasa creciente, dado que es mayor que el ingreso, dado que el ingreso se reducirá por la caída en el precio, y dado que, para fines de mantener el ingreso, la baja en el precio no podrá compensarse con mayor producción, solo agravará la situación.
Tengamos en cuenta lo siguiente: si el año pasado, con un precio promedio del barril de petróleo mexicano de exportación de 55.79 dólares, Pemex tuvo pérdidas por 346,135 millones de pesos, 92 por ciento más que en 2019, ¿qué puede esperarse si el precio se ubica, en promedio anual, a la mitad, en 27.90 dólares por barril, supuesto por demás optimista en estos momentos?




Con relación a las finanzas del gobierno hay que tomar en cuenta que el presupuesto del 2020 se hizo estimando un precio promedio anual del petróleo de 49 dólares el barril. Hasta el pasado martes había promediado 46.15 dólares, con la caída ya señalada desde 59.35 dólares, el 6 de enero, hasta 18.78, el 17 de marzo.
¿Qué debe hacer el gobierno? Recortar gastos, comenzando por la cancelación de la refinería de Dos Bocas, el Tren Maya y el aeropuerto de Santa Lucía, y por ningún motivo recurrir, ni al aumento y/o creación de impuestos, ni a la contratación de deuda para cubrir el faltante. Cueste lo que cueste debe mantenerse el superávit primario (diferencia entre ingresos totales y gastos totales, sin contar el pago de intereses de la deuda).




Se puede argumentar que la situación no es tan grave ya que el gobierno cuenta con coberturas petroleras, un “seguro” que garantiza el precio del petróleo a 49 dólares el barril. El problema es que dicho “seguro” cubre, más o menos, la cifra exacta no se conoce, solo el 15 por ciento de la producción.
La baja en el precio del petróleo tiene consecuencias importantes, tanto para Pemex como para las finanzas del gobierno, y en ambos casos deben tomarse las decisiones correctas. El problema es que enfrentamos graves problemas económicos con uno de los gobiernos más incompetentes de las últimas décadas, sobre todo en materia de economía, uno que generó fuerte presiones recesivas internas y que, lo está demostrando, no sabe cómo enfrentar las que, ahora, nos vienen del exterior.
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