PREGUNTAS Y RESPUESTAS

PESOS Y CONTRAPESOS
Con relación a la propuesta (que todavía no es iniciativa) de reforma al sistema de pensiones debemos preguntar: ¿quién se beneficia?, ¿quién se perjudica?, ¿cuánto cuesta?, ¿quién paga?
Las respuestas de bote pronto son. 1) Se beneficia a la mayoría de los pensionados, ya que se prevé que el porcentaje de trabajadores con derecho a pensión aumenté de 56 a 97 por ciento. 2) Se perjudica a los patrones, quienes tendrán que incrementar su aportación, del 79.2 por ciento (5.15 puntos porcentuales de los 6.50 actuales), al 92.5 por ciento (13.875 puntos porcentuales de los 15.00 propuestos). 3) Costará 8.5 puntos porcentuales de los salarios (el aumento del 6.5 por ciento actual al 15.0 por ciento propuesto). 4) Pagará el patrón (relacionado con la segunda respuesta), que es el único cuya aportación aumentará (la de los trabajadores quedará igual, en los 1.125 puntos porcentuales actuales).
Con relación al gobierno, que actualmente aporta el 3.50 por ciento del total (0.225 puntos porcentuales de los 6.5 totales) leemos, en el comunicado de la Secretaría de Hacienda, que “la aportación que actualmente lleva a cabo el estado: 0.225% del salario más una cuota social, se modificará para que esta cuota se aporte, con un aumento significativo, a los trabajadores que ingresen hasta el equivalente a cuatro veces la Unidad de Medida y Actualización (86.88 pesos diarios para el 2020)”. Ya veremos si la aportación del gobierno, por apoyar más a menos, aumenta (por apoyar a más), disminuye (por apoyar menos), o queda igual.




Las respuestas anteriores son a bote pronto y a bote lento pueden ser otras. ¿Qué efecto puede tener el aumento en al aportación de los patrones al fondo de retiro de los trabajadores, y por lo tanto en sus costos de producción, en el precio del bien o servicio que ofrecen? ¿Y en el salario que pagan a sus trabajadores? ¿Y en la creación de empleos en el sector formal de la economía?
Para todo efecto práctico la aportación de los patrones al fondo de retiro de los trabajadores es un impuesto (un desembolso obligatorio), por lo que, para todo efecto práctico, el aumento en la misma es un incremento en el mismo, que el empresario, que ofrece algún bien o servicio, tratará de compensar cobrándole un mayor precio a los consumidores, quienes, si están dispuestos a pagarlo (todo dependerá de la elasticidad precio de la demanda de cada consumidor), terminarán pagando por el aumento en la aportación “de los patrones” al fondo de retiro de los trabajadores, por lo que terminaría siendo la aportación “de los consumidores”.
Las respuestas a bote pronto no tienen que ser las respuestas a bote lento. Una es la intención (que paguen los patrones) y otra puede ser la consecuencia (que paguen los consumidores). Ya veremos quién termina pagando.
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