¡Prepárese! Hacienda alista una agresiva alza de impuestos

Aunque la economía mexicana ha evitado la recesión (medida en su definición más común y convenenciera), es un hecho que está en franco estancamiento. Y no se ve que las cosas mejoren mucho para 2020. Especialistas del sector privado consultados por el Banco de México (Banxico) afirman que el PIB de este año crecerá solamente un 0.43% y en el siguiente apenas 1.35%, de acuerdo con la encuesta publicada en septiembre.
El temor de una recesión en Estados Unidos, la poca confianza de inversionistas y empresas con el actual gobierno de México y un subejercicio del gasto son algunas razones del estancamiento económico en nuestro país. Y esto se refleja en la caída de los ingresos públicos. Durante agosto, la recaudación del IVA cayó 11.6% con respecto al mismo mes de 2018, mientras que en ISR los ingresos bajaron 3.4%, de acuerdo con las propias estadísticas de la Secretaría de Hacienda.
Aunque el secretario Arturo Herrera afirme que la recaudación vaya “en línea” con lo planeado, es más que evidente que las personas están consumiendo menos y también se generan menos empleos formales que paguen impuestos, por eso necesitan cobrar más de donde puedan. Por eso para La Ley de Ingresos en 2020 pretenden recaudar más de la economía digital (servicios de intermediación y compras en línea), a las ventas por catálogo, reducir más el espacio para deducciones, “actualizaciones” del IEPS a bebidas azucaradas y, lo que es muy lamentable, impuestos más altos al ahorro.
Pero lo que veremos en 2020 será solamente “una probadita” de lo que vendrá en 2021, cuando el gobierno de Andrés Manuel López Obrador proponga una agresiva reforma fiscal que se aplicará a partir de 2022, y que seguramente será aprobada por la mayoría de Morena si esta fuerza política mantiene la mayoría en el Poder Legislativo tras las elecciones intermedias (lo que por desgracia, es lo más probable).
“El país eventualmente va a requerir un marco tributario distinto”, anunció el secretario de Hacienda durante una conferencia el 1 de octubre.
Esto lo hemos advertido en artículos anteriores y en varios mensajes para los que me siguen en Twitter: se viene una fuerte alza de impuestos para los de siempre, que lo único que hará es inhibir (más) la inversión y castigará a las empresas y emprendedores que generan riqueza.




Para nada habrá una propuesta de IVA generalizado que incluya alimentos y medicinas, como debería ser, sino es de esperar un alza de tasa de IVA y además un alza de impuestos “a los ricos”, lo que es grave, porque lejos de alentar la inversión, la ahuyentará a otros territorios con un trato fiscal menos agresivo. El mundo al revés.
Este gobierno, presa de su falsa austeridad, recorta con la mano derecha los gastos en burocracia, lujos y otros gastos esenciales como medicinas, vacunas, etc; mientras que con la mano izquierda da dinero en programas rentables electoralmente y que son populares (dádivas). Esto terminará llevando a México a una crisis que debió evitarse.
Estos programas clientelares solamente generan votos, pero no una mejora real de los ingresos de las personas que los reciben, es decir, los hacen dependientes de lo que reciban del gobierno y los condenan a la pobreza.
El gobierno es incapaz de generar más riqueza y empleos bien remunerados, esa es tarea de las empresas que, en un estado de derecho sólido que haga valer la propiedad privada y los contratos, pueden competir para satisfacer las necesidades de las personas.
Debería tenerse mucho cuidado en no pretender “estimular” el crecimiento mediante el gasto público. Este ejercicio ya se intentó en el sexenio pasado con pésimos resultados que terminaron en un crecimiento acelerado sí, pero de la deuda.
El verdadero camino a seguir es de una auténtica austeridad que contenga el gasto público. Menos gasto del gobierno y no más impuestos, es lo que necesitamos. El dinero debe quedarse en quien lo genera para que lo optimice, y no se le debe confiscar mediante impuestos para que el Estado lo malgaste.




Una reforma fiscal a medio sexenio, que eleve los impuestos sería un gran error. Para crecer, México necesita MENOS impuestos a los generadores de riqueza, es decir, emprendedores y empresarios de todos tamaños.
Lamentablemente, este gobierno y su presidente harán todo lo contrario para afianzarse en el poder.
Es más útil para ellos regalar dinero para ampliar sus bases electorales a costa de que la economía se estanque y se vaya a pique. Y cuando pase eso, radicalizarán más su discurso, señalando a los “ricos” como “saqueadores” del país, cuando quienes dan y reciben la mayoría de privilegios fiscales son los mismos políticos.
Por eso es explícita su hambre por hacerse de más ingresos y van a ir contra quienes tengan “más” según su arbitrario criterio. Mientras se castigue la riqueza, el futuro que le espera al país es de más pobreza, atraso y estancamiento económico, y por supuesto, menos libertad para todos nosotros.
Lea completo este artículo suscribiéndose GRATIS a mi boletín aquí
Lea el artículo siguiente. La vanidad de los políticos colapsará al mundo (y el oro lo salvará)