SALARIO MINIMO, EL PRIMER ERROR (Quinta y última parte)

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Arturo Damm Arnal

PESOS Y CONTRAPESOS
Lo establecido en el artículo 123 constitucional en torno al salario mínimo –que al trabajador se le debe remunerar según sus necesidades– es un enorme despropósito, que muestra la ignorancia que, en materia de economía, padecieron quienes lo redactaron. Las remuneraciones del trabajo, de cualquier tipo de trabajo, se determinan, no por las necesidades del trabajador, tampoco por su productividad, sino por la relación entre la oferta y la demanda de cada tipo de trabajo en cada mercado laboral.
En un mercado laboral en el cual la cantidad demandada de trabajo, de parte de los empleadores, es menor que la cantidad ofrecida de trabajo, de parte de los trabajadores, los salarios bajarán, independientemente de las necesidades y la productividad de los mismos. Por el contrario, en un mercado laboral en el cual la cantidad demandada de trabajo, de parte de los empleadores, es mayor que la cantidad ofrecida de trabajo, de parte de los trabajadores, los salarios aumentarán.
¿Qué se requiere para que los salarios aumenten? Que la cantidad demandada de trabajo sea mayor que la cantidad ofrecida. ¿Y qué se necesita para que esto suceda? Que se invierta directamente más, siendo la inversión directa la que abre empresas, produce bienes y servicios, crea empleos, y le permite, a quienes obtienen esos empleos, generar ingresos. ¿Y qué se requiere para que directamente se invierta más? Que aumente la competitividad del país, definida como la capacidad de una nación para atraer (que los capitalistas decidan invertir en México), retener (que los capitales invertidos en México se queden invertidos en México) y multiplicar (que la utilidades generadas por los capitales invertidos en México se reinviertan en México) inversiones directas, que son la clave de la producción, la creación de empleos, y la generación de ingresos y, por ello, del crecimiento y del bienestar.
Lo establecido en el 123 constitucional en torno al salario mínimo –que al trabajador se le remunere según sus necesidades– es un disparate, como también lo es el intento de hacerlo realidad.
E-mail: arturodamm@prodigy.net.mx
Twitter: @ArturoDammArnal