¿Salud vs Economía? O ¿Sentido común vs ocurrencias de la Cuarta Transformación?

Como ya es de conocimiento general, en un muy corto tiempo el panorama económico global -no solamente nacional- se ha deteriorado de forma vertiginosa y significativa pues con la gran velocidad con la que se ha propagado el COVID-19 se ha provocado la pérdida de vidas humanas, así como la materialización de condiciones de enfermedad para un elevado número de personas.
Se prevé que este escenario global, aunado a las medidas internas de distanciamiento social -necesarias para contener la propagación de la pandemia-, tengan un impacto sobre la actividad económica y las finanzas de nuestro país durante el 2020 pero, entre toda esta emergencia, nos han hecho creer que la disputa está entre la preservación de vidas humanas y la estabilidad de la economía, como si para salvar una tuviésemos que abandonar la otra y entrar en disputa con la misma.
No hay nada más falso que la premisa anterior pues distintos organismos internacionales han demostrado que existe la forma adecuada para cuidar la salud de todos, incluso de los más vulnerables, sin afectar en mayor medida a la economía de un país. Desafortunadamente, nuestras autoridades distan de escuchar todas las recomendaciones y propuestas existentes, eligiendo sacrificar al empresario antes que a las ocurrencias de un proyecto económico que ya estaba desahuciado mucho antes del Coronavirus.
Dado lo anterior, las medidas sanitarias necesarias para la contención de la pandemia están generando efectos negativos importantes sobre la actividad económica, desde la disrupción de las cadenas de suministro a nivel global, mayor incertidumbre, hasta la volatilidad en los mercados financieros en todo el mundo.




Ante esta crisis el CCE (Consejo Coordinador Empresarial) se ha mostrado preocupado y consternado ante la situación por la que estamos atravesando por lo que en algunos de sus comunicados se han pronunciado de la siguiente forma; no han pedido ningún tipo de reducción en los impuestos, pero, sí han solicitado urgentemente al Gobierno de México la emisión de un Decreto a través del cual se otorguen las siguientes medidas durante el período que dure la epidemia:
1) Diferir de inmediato la presentación de la declaración del ejercicio de 2019 tanto de personas físicas como de personas morales durante 6 meses, o permitir enterar el impuesto que resulte en la misma en 12 parcialidades actualizadas, sin recargos
2)Permitir la disminución automática de todos los pagos provisionales del ejercicio de 2020
3)Permitir el pago de impuestos hasta en 12 parcialidades
4)Establecer un procedimiento expedito para agilizar la devolución de los saldos a favor de IVA aplicable durante todo el ejercicio de 2020
5)Permitir temporalmente que los contribuyentes puedan compensar de manera universal de saldos a su favor durante todo el ejercicio de 2020
No obstante, también la OCDE (Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico), de la cual nuestro país es miembro, ha recomendado una serie de medidas emergentes de carácter fiscal a los gobiernos cuya finalidad es poder evitar que se profundice una crisis económica, entre ellas están:
1)Diferimiento o la condonación de pagos de impuestos
2)Eliminación de pagos anticipados a cuenta del impuesto final o en su caso el poder ajustarlos a la realidad que están viviendo las empresas con esta crisis,
3)Simplificación y celeridad en los procesos para obtener devoluciones de IVA
4)Diferimiento de pagos de impuesto y derechos a la importación de mercancías
5)Diferimiento de pagos de cuotas en materia de seguridad social respecto de sus trabajadores
Ambos organismos aseguran que con estas medidas se permitirá que las empresas puedan contar con un mínimo de liquidez necesaria, con la finalidad de preservar las fuentes de empleo.




Es eminente que, ante la emergencia que se vive es necesario promulgar una Ley “de emergencia” que: dé a lugar a un marco jurídico sólido para la actuación del gobierno federal; con certeza jurídica y transparencia a los ciudadanos; con la participación de todos los sectores productivos del país para así poder enfrentar y garantizar una salida eficaz a la crisis en todos los sectores que se avecina.
Elegir seguir con una política fiscal depredadora y punitiva para financiar caprichos, proyectos improvisados de “elefantes blancos”, es atentar contra el emprendedor, contra las fuentes de trabajo que éste crea, contra todos los trabajadores que no gozan de las licitaciones directas otorgadas por administración Obradurista.
Entendamos que NO es salud vs economía, existen alternativas; es sentido común vs ocurrencias; es el bienestar del país vs los caprichos de la 4T.