Se aproxima una avalancha de ‘stablecoins’

El proyecto Libra de Facebook es solo el principio. Después de que la red social revelara sus planes para lanzar una moneda digital respaldada en divisas de reserva, es cuestión de tiempo para que veamos más ‘stablecoins’ (criptomonedas de valor estable por estar ligadas por lo general a una divisa fuerte o activos poco volátiles) lanzarse al mercado. Y esto será algo que, definitivamente, cambiará para siempre los sistemas de pago y la forma en que usamos el dinero.
Libra despertó las sospechas y recelos entre las autoridades estadounidenses, que sin duda mantendrán una férrea supervisión sobre este token digital, pero también creemos que la compañía saldrá adelante con sus planes, y eso será muestra de que no hay marcha atrás en esta nueva tendencia.
Recordemos que el valor de Libra estará apoyado con una canasta de monedas de reserva, administrada por una entidad que servirá como un “banco central” de este token para que tenga estabilidad, pueda ser canjeable y usarse como medio de pago.
Esto es un parteaguas en el mundo de las criptodivisas, pues ahora se habla de monedas digitales estables que pueden llegar a un público masivo, mientras que otras se mantendrán en un mercado de nicho. Por ejemplo, las criptos que fluctúan mucho, como Bitcoin, seguirán siendo vistas como oportunidades para especular y hacer dinero, mientras que las stablecoins tienen un futuro más brillante en los medios de pago.
Pese a que bitcoin se puede usar también para comprar productos y servicios, la inestabilidad en su cotización le impide usarse como forma de pago corriente. En cambio, las stablecoins sí tienen potencial para usarse en el comercio electrónico, pues sería más fácil fijar su precio en un contexto internacional.
Mencionábamos que Libra, de Facebook, es solo el inicio de una avalancha de nuevas criptos estables; pues bien, otra gran entidad también se está preparando para lanzar su moneda digital. No es otra compañía ni una startup. Se trata del Banco Popular (central) de China.
Esta moneda digital, llamada CBDC, no sería una stablecoin precisamente respaldada en divisas, sino una versión digital del yuan chino.
“Con China moviéndose primero, veo a otros bancos centrales reaccionar de manera reactiva, en parte por temor a que un renminbi digital gane un papel más importante en el comercio internacional, especialmente dentro de los 65 países de la iniciativa Belt and Road (Cinturón y Ruta de la Seda)”, dice en un artículo Michael J. Casey, presidente del consejo de asesores en CoinDesk.




Para darse una idea de la revolución que pueden generar las stablecoins, el autor menciona que se puede resolver un gran problema en los contratos inteligentes (Smart contracts) y en Blockchain. Por ejemplo, las soluciones para cadenas de suministro o remesas tienen dos opciones como mecanismo de pago: la primera es hacer una integración a una critpomoneda como bitcoin, que la mayoría no usa o no puede ejecutar; y la segunda es usar el tradicional (e ineficiente) sistema bancario.
“Si, en cambio, una unidad monetaria comprobada, como el dólar, tuviera cualidades de contrato inteligente programables por sí misma, serían posibles nuevas eficiencias significativas en el comercio”, dice Casey. Esto representaría un gran cambio en el comercio financiero y los mercados internacionales, pues si una moneda digital gana la suficiente tracción y confianza, podría usarse ampliamente en las transacciones transfronterizas.
En esto el hemisferio Oriente ya tiene un gran avance. Comentábamos hace unas semanas que comerciantes chinos en Rusia usan Tether para transferir sus ingresos hacia las cuentas de su país de origen. Por su parte, Nueva Zelanda ya aprobó que las empresas puedan pagar a sus empleados con criptomonedas. Suponiendo que lo hagan con una stablecoin, inyectarían confianza a los trabajadores para recibir su salario en monedas digitales.
Por supuesto, existen los problemas de seguridad y privacidad que inherentemente están asociados a compañías como Facebook y de gobiernos que vigilan todas las operaciones de sus ciudadanos, como el chino. Pero existen oportunidades para que otros encuentren una solución a estas cuestiones.
Casey también habla de que la llegada de las stablecoins será de dos tipos. Una respaldada en monedas de reserva y otra en algoritmos. El mercado de los primeros estuvo dominado una vez por el USDT de Tether, un nuevo conjunto de monedas respaldado por entidades más estrictamente reguladas ha cobrado importancia, incluido el GUSD de Gemini, el PAX de Paxos y el USDC de Circle y Coinbase.
Entre las monedas estables algorítmicas, el claro líder es DAI, un token denominado en dólares desarrollado por MakerDao basado en ethereum.




Estas son algunas muestras de que las criptos llegaron para quedarse y evolucionan a un ritmo vertiginoso, tanto así que ya se están ramificando de acuerdo con su uso, ya sea como medio de pago o activo de inversión y trading.
Además, su llegada es cada vez mejor aceptada. Por ejemplo, el gerente del Banco Internacional de Pagos (BIS), Agustín Carstens, un escéptico de las criptos, cree que más bancos centrales lanzarán pronto sus propias monedas digitales.
No hay duda que las criptos evolucionan muy rápido y, para seguirles el paso, sigan estos artículos o suscribirse a nuestro canal de Telegram.
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