EL SNTE EXIGE TAMBIÉN AJUSTES A LA REFORMA EDUCATIVA

margarito
 Ricardo Homs

El SNTE, que es el mayor sindicato de México y según dicen lo conforman un millón seiscientos mil maestros y trabajadores vinculados con la educación, también ha cuestionado el modelo de evaluación de docentes implícito en la “reforma Educativa” y solicita a la SEP y al INEE su revisión.
Sin embargo, hay una gran diferencia en el modo que el SNTE manifiesta su inconformidad. Lo hace de modo institucional y por los cauces legales, a diferencia del modo en que la CNTE se ha manifestado desde hace más de diez años, al margen de la ley.
Es cierto que hay un largo camino que recorrer para perfeccionar nuestro modelo educativo, que ya es totalmente obsoleto.
El modelo tradicional, que es en el que fuimos educados la mayoría de los mexicanos, se centraba en la información referente a cada tema o materia. La fuente eran libros que podían haber sido escritos diez, veinte o hasta cincuenta años atrás.
Hoy que la información sobre cualquier tema está disponible en la WEB y actualizada en tiempo real, es un contrasentido seguir sustentando la educación en información obsoleta impresa en libros y exigir a un niño que la memorice, siendo que si lo pretende en segundos, la localiza en Internet.
Además, la idiosincrasia mexicana no es receptiva como la de otros países, principalmente sajones, nórdicos y quizá algunos países orientales también. La mentalidad receptiva es fundamental para el trabajo escolar tradicional. Por ello la niñez mexicana, excepto un pequeño porcentaje de alumnos excepcionales, tradicionalmente tiene bajo rendimiento.
La idiosincrasia mexicana es creativa y muy proactiva y por ello debemos crear un modelo educativo para este perfil, donde la enseñanza sea participativa.
La educación del futuro debería dejar de lado la información y centrarse en la formación del individuo, en forjar en el niño valores ciudadanos y de responsabilidad social. Forjar su carácter y enseñarlo a pensar con eficiencia y objetividad.
Lo anterior requiere cambiar el perfil del profesor, para que en lugar de seguir siendo un proveedor de información, se convierta en un tutor, en un guía y un educador de verdad.
Para lograrlo es necesario cambiar el rol del maestro y que éste responda a un perfil moralmente sólido, para convertirse en un ejemplo de vida. Ese maestro del futuro debiese ser emocionalmente maduro y forjado en disciplinas como la sicología entre otras.
Los maestros rijosos de la CNTE ¿serían ese ejemplo a seguir?. ¿Tendrían autoridad moral para guiar a los niños emocionalmente?.
¿Podrían enseñarles a respetar la ley?… ¿a rechazar la corrupción?.
Evidentemente los maestros de la CNTE carecen del perfil.
La “Reforma Educativa” necesitaba iniciar por la reorganización de la planta magisterial y ese tuvo que ser el primer paso. Por ello debemos defenderla, aunque dando cabida a las recomendaciones de los maestros que estén pensando más en su responsabilidad ante la niñez mexicana, más  que en las prebendas sindicales.
Seguramente los maestros del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, SNTE, tienen mucho que aportar para perfeccionarla.
E-mail: ricardo.homs@usa.net