El G20 se une contra Libra y las demás “stablecoins”

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En un entorno con varios riesgos económicos, políticos y financieros y otras cosas muy importantes que atender, llama la atención que el G20, ese grupo de las economías más grandes del mundo que se formó después de la crisis de 2008 y al que le cuesta tanto tomar decisiones y acciones vinculantes, se haya puesto de acuerdo para repudiar enérgicamente el proyecto Libra, l la criptomoneda de Facebook, y a las stablecoins (monedas digitales estables) en general.
“Los formuladores de políticas han expresado su preocupación por los diversos riesgos que representan las stablecoins. Hasta que se aborden, no se deben emitir stablecoins. Eso fue algo acordado por los miembros del G20”, dijo el gobernador del Banco de Japón, Haruhiko Kuroda, el 18 de octubre en el marco de las reuniones en Washington DC.
El mensaje de los gobiernos es muy claro: No dejaremos que este proyecto vea la luz hasta que sepamos cómo regularlo (o sea, controlarlo). Las razones que invocan son las supuestas preocupaciones por el lavado de dinero, el financiamiento ilícito y la protección de los consumidores e inversores.




Serían intenciones muy nobles si no se tuviera en cuenta que los gobiernos siguen las órdenes de sus verdaderos amos: los bancos internacionales. Facebook, con más de 2,000 millones de usuarios, se volvería de facto en el jugador más grande del sector financiero si su moneda digital sale en 2020. Simplemente, no dejarán que domine ese mercado hasta que los demás puedan también desarrollar stablecoins y tengan una mejor aceptación entre el público en general.
La semana pasada el CEO de Facebook, Mark Zuckerberg, testificó ante el Congreso estadounidense para tratar de calmar las inquietudes alrededor de Libra, pero los legisladores se encargaron de recordarle todos los errores que ha cometido su compañía en cuanto a la seguridad de datos y el uso político que se da a su plataforma para la manipulación de las opiniones de sus usuarios.




Obviamente la reputación que se ha creado la red social no la hace ver como la más indicada para manejar los datos financieros y una moneda digital. Los riesgos son varios y las autoridades han prometido una regulación muy fuerte. Algunos ‘aliados’ de Libra, como Visa, Mastercard, PayPal y Stripe, mejor ya se bajaron del barco y hay menos probabilidades de que Libra sea una realidad el próximo año.
Sin embargo, creemos que tarde o temprano, Facebook podrá lanzar su stablecoin. La muestra de que esto es muy probable es precisamente que la discusión ya está en las esferas más altas de poder y la ven como una amenaza al sistema financiero mundial.
Por otro lado, China ya está muy adelantado y prepara su propia moneda digital con sus objetivos muy claros: un mayor control de la población y otro desafío al dólar y al establishment de la tecnología estadounidense. Las criptomonedas y las stablecoins no tienen marcha atrás y conviene seguirlas más de cerca (y subirse a ellas).
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