La semana pasada comentamos sobre cómo Venezuela está rematando su oro y lo exporta clandestinamente hacia Turquía; a cambio, este país lo apoya en un polémico programa de alimentos subsidiados para las familias más pobres… claro, siempre que sean afines al régimen.
Ahora, el gobierno de Donald Trump ha impuesto sanciones contra las personas que hagan operaciones con el oro venezolano o el mismo gobierno de Nicolás Maduro y se congelarán el dinero y bienes que se encuentren en Estados Unidos.
“Todos los bienes e intereses que se encuentren en los Estados Unidos, que de ahora en adelante estén dentro de los Estados Unidos, o en posesión o control de cualquier persona de los Estados Unidos, de las siguientes personas, están bloqueados y no pueden ser transferidos, pagados, exportados, retirados o tratados de otra manera”, dice una carta de la Casa Blanca enviada al Congreso estadounidense.
Estas sanciones están dirigidas a las personas responsables o cómplices en haber participado directa o indirectamente en cualquier transacción o serie de transacciones que involucren “prácticas engañosas o de corrupción del Gobierno de Venezuela o proyectos o programas administrados por el gobierno de Venezuela, o por ser una familia adulta inmediata miembro de dicha persona”.
Washington ha impuesto diversas sanciones económicas a Venezuela y a funcionarios, inclusive también a la esposa de Nicolás Maduro.
Venezuela saca su oro del proyecto Arco Minero del Orinoco algo que, en palabras de Maduro, sería la “segunda reserva más grande del mundo” y estima ingresos por 5,000 millones de dólares en 2019, aunque no hay forma de comprobar estas cifras, pues el metal que sale del país no es auditado ni procesado.
Y aunque EU impuso más sanciones, el mandatario invitó a inversionistas el pasado 4 de noviembre a poner su dinero en el proyecto.
“Estamos en este momento certificando 32 campos de oro, atención Venezuela, atención inversionistas del mundo, Venezuela en este momento está certificando 32 campos de oro que todo apunta a que van a establecer a Venezuela como la segunda reserva más grande del mundo.”
Más allá de que el régimen socialista de Maduro está expoliando los recursos de Venezuela para financiar un programa de alimentos, que beneficia primero a funcionarios corruptos y deja las migajas a los más necesitados, vale la pena señalar el hecho de que los enemigos geopolíticos de Estados Unidos (Venezuela, Irán, Turquía, China y Rusia) se están refugiando en el oro. Primero para saltar las sanciones financieras y, segundo, se preparan cuando el dólar pierda su hegemonía como moneda de reserva.
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