Reservas de oro: una lección de Venezuela para Banxico

Lea el artículo anterior. EU impone sanciones al oro venezolano…
A la par de las exportaciones clandestinas del oro extraído de las minas venezolanas, el Banco Central de Venezuela (BCV) está buscando repatriar otra parte de sus reservas de oro por un valor de 500 millones de dólares (mdd). Con este movimiento buscaría protegerse de medidas futuras de Washington, pues el oro físico no pasa por el sistema financiero que controla Estados Unidos -y que podría congelar sus capitales-, y gracias a ello, le permite al gobierno de Maduro comprar víveres en el exterior.
De acuerdo con información de Reuters, Venezuela está haciendo los preparativos para traer 14 toneladas de oro, que pertenecen a sus reservas internacionales, procedentes del Banco de Inglaterra.
La intención de repatriar el oro responde también al temor de Venezuela de más sanciones y embargos. El país, que va hacia su quinto año consecutivo de recesión y una hiperinflación sin precedentes, acumula deudas con tenedores de bonos, que han pedido en tribunales que se confisquen sus bienes en el extranjero.




“Si el gobierno quiere realizar operaciones con el oro que planea traer, debería hacerlas con países aliados debido a las sanciones (de EU)”, dijo a Reuters Tamara Herrera, economista para Síntesis Financiera.
Como mencionamos, Maduro está estrechando lazos con Turquía, China y Rusia para librar el cerco financiero que le tendió Washington. En septiembre exportó oro hacia Turquía y este país le ayuda con un programa de alimentos subsidiados para las familias venezolanas, asoladas por una escasez de alimentos y productos que ha provocado un éxodo masivo.
Al igual que otras economías emergentes (incluida México), Venezuela guarda su oro en bóvedas de bancos extranjeros. En 2011, el entonces presidente Hugo Chávez mandó traer de vuelta 160 toneladas del metal áureo argumentando un “control de activos físicos” del banco central.
Sin embargo, lo cierto es que el gobierno ha usado ese oro como garantía para que bancos globales le prestaran miles de millones de dólares, garantía que ha tenido que ser cobrada porque no pueden liquidar el préstamo. Pero con las nuevas sanciones de EU, a Caracas se le complica obtener más financiamiento.
Nicolás Maduro está “atrincherado” económicamente y usa lo que queda de parque (las reservas de oro) para aguantar los embates de Estados Unidos y mantenerse en el poder.
El problema para Maduro es que según fuentes de diversos medios, ha habido complicaciones logísticas y de aseguramiento de la carga, pero lo más grave, es que el Banco de Inglaterra se ha negado también a liberar los lingotes solicitados por Caracas.
Los reportes hablan de que los funcionarios británicos están insistiendo en una aclaración del gobierno venezolano sobre sus planes para el oro.




Dicho de otro modo, a Venezuela le ocurre como a no pocas personas que, al acudir a su banco y solicitar el retiro de sumas elevadas en efectivo de su PROPIO dinero, el servicio les es negado por tratarse de una conducta “sospechosa”.
Por eso esta experiencia es una lección que debería servir a Banxico: tener el oro en territorio propio es un asunto de seguridad financiera nacional. Confiar el tesoro propio a manos extranjeras que están del otro lado del charco, y que si no se les da la gana no nos lo entregarán por más que lo solicitemos, es un riesgo que un banco central no se debería permitir correr.
La repatriación del oro es ya una tendencia global de todos los bancos centrales responsables del mundo, a los que les hemos dado seguimiento por años (el de Alemania, Países Bajos, el de Hungría, etc.), y que Banxico se ha negado a imitar.
Si no quiere hacerlo, como mínimo debería aumentarlas, ya que en el nivel en el que se encuentran hoy, representan menos del 3 por ciento del total de reservas internacionales.
El oro sigue en niveles de precio muy accesibles, y para los tiempos turbulentos que se aproximan al peso mexicano, van a hacer mucha falta.
Lea completo este artículo suscribiéndose GRATIS a mi boletín aquí
Lea el artículo siguiente. Sigue el furor por las Silver Eagles en Estados Unidos