Rusia avanza en la ‘desdolarización’ de su economía

Aunque lo hace a un paso muy lento, Rusia avanza en sus intenciones de superar el cerco financiero que le impuso Estados Unidos y utiliza cada vez menos dólares para sus transacciones internacionales. Como ya lo habíamos reportado, el banco central ruso se deshace de los billetes verdes en sus reservas internacionales y las aumenta en otras divisas o metales, como el euro y el oro.
No obstante, la desdolarización es más difícil en el comercio internacional debido al arraigo del billete verde en las transacciones. Pero aquí también se están viendo cambios.
De acuerdo con un reporte de Bloomberg, la participación de los euros en las exportaciones rusas aumentó por cuarto trimestre consecutivo. La moneda común casi ha superado al dólar en el comercio con la Unión Europea y China. La participación del dólar en las transacciones de importación se mantuvo sin cambios en aproximadamente un tercio.
“Ha habido un fuerte incentivo para cambiar, no solo para Rusia, sino también para sus socios comerciales”, dijo a Bloomberg Dmitry Dolgin, economista de ING Bank en Moscú. “La Unión Europea también se enfrenta a la presión comercial de los Estados Unidos.”
Asimismo, el euro estuvo a punto de superar al dólar como la moneda de elección de las exportaciones rusas hacia el bloque económico europeo, pues su participación subió al 42% en el primer trimestre desde el 32% del año anterior.
Sin embargo, Rusia aún depende del dólar en más de la mitad de su comercio anual, de aproximadamente 687,000 millones de dólares al año, pese a que solamente el 5% del total de sus intercambios son con Estados Unidos.
Las sanciones económicas que ha impuesto Washington a Moscú han sido un fuerte aliciente para que las empresas occidentales que tienen negocios en Rusia también usen menos el dólar, pues sufren retrasos de hasta tres meses para verificar con Estados Unidos si las transacciones están permitidas, dijo el ministro de Finanzas ruso, Anton Silunaov, en diciembre.
Inclusive, Rusia y China están usando más el euro para su intercambio comercial, saltando a más de un tercio de los acuerdos de exportación en el primer trimestre, cuando a principios de 2018 no se usaba casi nada esta divisa.




Pero también Moscú usa su propia moneda, el rublo, para sus transacciones con otras economías emergentes, como India, para el comercio entre ambos, pues representó ya tres cuartas partes de las exportaciones luego de que estos países firmaran un acuerdo de intercambio.
Donde sí tiene mucho más difícil Rusia independizarse del dólar es en las exportaciones de petróleo, que forman un componente importante de la economía de Europa Oriental. Durante 2018, Rusia exportó 260 millones de toneladas de petróleo crudo por un valor de 129,000 millones de dólares, 38.2% más que el año anterior.
Pese a este gran obstáculo, las intenciones del presidente Vladimir Putin de librarse del yugo del dólar avanzan poco a poco. También está obteniendo la ayuda de sus socios comerciales, que tienen problemas para hacer sus operaciones con todas las restricciones que impone Washington. Europa Occidental también se está hartando del control estadounidense e impulsan más la moneda común en su comercio con Oriente.
Como hemos venido reportando en estos artículos, el dólar pierde lentamente su hegemonía como moneda de reserva mundial. Su caída definitiva no será pronto, y tal vez falten muchos años para eso, pero la desconfianza aumenta poco a poco, mientra el nivel de deuda de los Estados Unidos crece a un ritmo acelerado.
Para empezar, está la política de expansión monetaria para (supuestamente) aliviar los efectos de la crisis financiera. Toda esta montaña de dinero está respaldada en la emisión de deuda, que como le digo, no ha hecho más que aumentar y, ahora con Trump en la presidencia de EU, crece mucho más rápido, pues con su reforma fiscal recortó impuestos a los corporativos y, para rellenar ese boquete, el gobierno tiene que endeudarse más.




Otra razón es que los socios y aliados geopolíticos en Europa se están cansando del control que impone la divisa sobre las transacciones, y no se descarta que un día creen un sistema financiero alternativo al estadounidense, como ha propuesto Alemania.
Y, por último, pero no menos importante, esta política inflacionista estadounidense ha castigado el ahorro de millones de personas. La emisión masiva de dinero y las tasas a mínimos históricos impulsaron la deuda de empresas y gobierno han y creado distorsiones en el mercado, como los bonos con rendimiento negativo. Un completo absurdo.
Oriente se prepara para un cambio de orden global, pero antes de eso vendrán varias disrupciones en los mercados y más conflictos políticos y comerciales. Nosotros también debemos prepararnos antes de que la tormenta perfecta financiera toque a nuestra puerta.
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