Société Générale y UBS se unen al pesimismo

Lea el artículo anterior. ¿Es hora de alejarse del peso (y de México)?
Citados por Bloomberg, esta semana que se fue también nos trajo a más analistas que ven las nubes de tormenta sobre México, advirtiendo que las medidas que se requieren para impulsar el crecimiento, darían al traste con las finanzas públicas.
Fieles al estilo “keynesiano” de estimular el gasto, los expertos de Société Générale (SG) y UBS dicen que hay pocas esperanzas de que la moribunda economía de nuestro país repunte, debido a que no lo podrá hacer sin un “estímulo” fiscal, que se contrapone a la promesa presidencial de mantener un superávit primario.
Tienen razón en cuanto a que el moribundo crecimiento nacional no hay manera de que repunte, pero fallan en su diagnóstico de que sólo podrá curarse con mayor gasto público (déficit).




En realidad, no se requiere más sino MENOS gasto público, disciplina fiscal, un Estado de derecho en plena vigencia, seguridad pública, seguridad jurídica para los inversores, respeto y defensa de la propiedad privada, apertura económica y dejar de dar bandazos con ocurrencias legislativas que criminalizan al contribuyente, mientras se concede “amnistía” de facto a delincuentes organizados como en el “Culiacanazo”.
Como quiera, los grandes inversores y analistas financieros internacionales tienen razones fuertes para ponerse nerviosos, ya que ante el evidente fracaso de sus políticas, AMLO podría comenzar a endurecer sus posturas políticas y económicas, con el riesgo de que lo lleve a traspasar “líneas rojas”, como la del gasto deficitario, controles de precios, control del tipo de cambio, etc., que serían el último clavo en el ataúd de la economía de los mexicanos.
Uno de los estrategas de SG entrevistado por Bloomberg, ve el riesgo principal para finales del próximo año conforme nos acerquemos a las elecciones de mitad de sexenio. Tiene razón. Para consolidar su “transformación”, el presidente hará “lo que sea necesario” en materia de gasto para conquistar una absoluta mayoría para su partido y preparar su sucesión.
UBS por su parte está cauteloso ante activos de ingreso fijo (bonos), mencionando riesgos de empeoramiento de las finanzas públicas y mayores recortes a las tasas de interés a cargo de Banxico. Dichas tasas, aquí lo hemos dicho, son uno de los últimos alfileres que han evitado una huida masiva de capitales por su amplio diferencial con el exterior.




Pese a ello, Bloomberg presenta una gráfica que ilustra cómo los extranjeros se han estado saliendo de la “fiesta mexicana”, retirándose pausada pero consistentemente del mercado mexicano de deuda.

La tenencia de deuda en manos extranjeras tiende a caer por debajo del 50 por ciento, y una vez cruzado ese punto, la desconfianza crecerá de manera exponencial.
Por eso le digo que el riesgo de una crisis explosiva es alto y creciendo, y debemos estar preparados para que no nos tome “con los dedos en la puerta”.
La coyuntura internacional podría hacernos ganar un poco de tiempo, sobre todo si resulta dar resultados en los mercados financieros el estímulo de inyección de liquidez de la Reserva Federal (Fed) y su recorte de tasas. No obstante, reiteramos que ese posible tiempo ganado no será un impulso duradero, pues la “enfermedad” económica mexicana es de origen endógeno. El problema, lo tenemos en casa, y al principal responsable, despachando en Palacio Nacional.
A causa de lo anterior, no hay que dejarse encantar por falsos indicadores que se encuentran en niveles “estables”, como una “baja” inflación que ronda el 3 por ciento, pues también son un síntoma de la debilidad económica.
¿Qué nos queda? La solución es más fácil de escribir y de decir, que de llevar a cabo. Es indispensable que todos, personas y empresas -grandes o pequeñas-, busquemos generar mayores ingresos, incrementemos nuestro ahorro e inversiones y ponernos “cortos” (bajistas) contra el peso y todo lo que huela financieramente a México, a pesar de que a lo largo del camino, habrá volatilidad y habrá momentos en parezca que la tormenta no habrá de llegar. Pero lo hará.
En suma, es hora de poner manos a la obra, y si no ha iniciado, aproveche que todavía hay tiempo para comenzar a salir de nuestra divisa, de los cetes, la Bolsa Mexicana, etc. Que no lo venza lo que hemos llamado la “parálisis del inversor” por miedo o indecisión. No tema a seguir nuestras recomendaciones, tema más a quedarse donde está y no ponerse en marcha. Su cartera y su patrimonio, se lo van a agradecer.
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