Una demostración de que el valor del oro es para siempre

Lea el artículo anterior. Llegan los Krugerrand de plata
La semana pasada mientras demolían el antiguo teatro Cresonni en la ciudad de Como, Italia, un grupo de trabajadores encontró una vasija con casi 300 monedas romanas de oro del siglo V. Esto que resulta interesante se lo comento para destacar, cómo atesorar oro es una forma milenaria de guardar valor de modo tangible y permanente.
Esa sabiduría milenaria tiene una explicación: el oro es apreciado por sus características físicas –como su brillo, maleabilidad, resistencia a la corrosión, etc.-. Ese aprecio generalizado y permanente se traduce en una demanda siempre insatisfecha, que eso es lo que le da valor.




Tanto, que cada vez hay más oro sobre la faz de la Tierra: cada gramo de oro que se extrae, se acumula y acumula como monedas, lingotes o joyería.
El oro va a existir siempre, lo mismo que su aprecio por él. Por eso es que junto con la plata, se terminaron convirtiendo en la mercancía favorita para fungir como dinero, y aunque en la actualidad las monedas ya no están respaldadas por ellos, seguirán siendo un activo de inversión indispensable.




Hay que comprar oro y plata, pero más cuando están relativamente baratos, como ya se explicó en el primer artículo.
En términos nominales (sin ajustar por inflación), aunque en dólares estamos arriba de los mínimos de 2015, en pesos, el oro ha subido a más del doble que hace 10 años. En pesos y dólares ha bajado desde sus máximos históricos.
No obstante, hay una tendencia alcista muy clara que se espera que continúe, por lo que sobre todo para los que reciben sus ingresos en pesos, es una buena idea ahorrar para el largo plazo en oro y plata, pues sus precios se suelen mover juntos al alza y a la baja.
En la Casa de Moneda de México puede comprar una moneda de un vigésimo de onza, que le cuesta alrededor de mil 700 pesos esta semana, pero también en Banco Azteca o en la propia Casa de Moneda puede comprar onzas de plata por poco más de 350 pesos. ¡De remate!
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